SAO PAULO.- El senador brasileño Flávio Bolsonaro, hijo mayor del presidente Jair Bolsonaro, afirmó este lunes que no van a «desistir» de Brasil y agradeció el apoyo de los votantes de su padre, derrotado en las elecciones presidenciales del domingo.
«¡Gracias por cada uno que nos ayudó a rescatar el patriotismo, que rezó, fue a la calle, dio su sudor por el país que está funcionando y dio a Bolsonaro la mayor votación de su vida!», indicó el senador en un mensaje ambiguo en el que no especifica si reconoce o no el triunfo del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
Flavio Bolsonaro es el primer integrante de la familia del jefe de Estado que da declaraciones de cuño político después de conocerse el resultado de las elecciones del domingo.
Desde que las autoridades electorales oficializaron la victoria de Lula con el 50,9 % de los votos, el líder ultraderechista no se ha pronunciado al respecto, ni tampoco hay constancia de que haya entrado en contacto con el dirigente progresista.
Bolsonaro, que recibió el 49,1 % de los sufragios, llegó a insinuar que no reconocería el resultado de las urnas en caso de una derrota dentro de su campaña de descrédito contra el actual sistema electrónico de votación, que pareció dejar de lado en la recta final de la campaña.
El propio Lula, que asumirá de nuevo el poder el 1 de enero de 2023, tras gobernar entre 2003 y 2010, confesó en la víspera sentirse «mitad alegre y mitad preocupado».
«Necesito saber si el presidente al que derrotamos va a permitir que haya una transición», expresó el líder del Partido de los Trabajadores (PT) ante cientos de sus simpatizantes reunidos en la Avenida Paulista, en el centro de Sao Paulo.
Desde entonces, el actual mandatario ha guardado silencio y casi un día después apenas, de su núcleo político más duro, apenas se ha pronunciado su hijo Flávio: «¡Vamos a erguir la cabeza y no vamos a desistir de nuestro Brasil! ¡Dios al cargo!», exclamó el senador.
Por el contrario, la victoria de Lula recibió un amplio respaldo institucional en Brasil y fue rápidamente reconocida por toda la comunidad internacional.
Los de este año han sido los comicios presidenciales más ajustados de la historia de Brasil y también han sido los primeros en que un presidente pierde la disputa por la reelección desde que está permitida (1997).