CARACAS.- Al menos 47 hombres y mujeres que estaban recluidas en calabozos policiales y cárceles de Venezuela fallecieron en 2022 por enfermedades, entre ellos 4 por desnutrición y 27 por tuberculosis, según datos difundidos este jueves por la ONG Una Ventana a la Libertad (UVL) en la presentación de su informe anual.
«Uno de los grandes descubrimientos, no solo de este informe sino del trabajo de UVL en los últimos años, es que ya la violencia dejó de ser el verdadero problema penitenciario (…) y las enfermedades y la desnutrición comenzaron a ocupar los primeros lugares de muerte dentro de las cárceles venezolanas», señaló el director de la ONG, Carlos Nieto Palma en una rueda de prensa.
La organización registró tres fallecidos por desnutrición en los calabozos policiales, que funcionan como centros de detención preventiva y transitorios, y uno más en una cárcel del país.
Además, en 2022 la ONG identificó 432 enfermedades dentro de los calabozos policiales, la mitad de casos relacionados con la desnutrición, seguido de la tuberculosis, que acaparó el 16,44 % de los casos.
«Esto es consecuencia de que el derecho a la alimentación no es cubierto como corresponde por el Estado venezolano, delegando esta responsabilidad en la familia de las personas detenidas», subraya el informe.
UVL señaló que esto representa una «flagrante violación» del derecho humano a la salud y a la vida, ya que la mayoría de los familiares de los reclusos vienen de barriadas pobres, cuyo ingreso no alcanza para alimentar de manera permanente a la población recluida.
«El Estado venezolano no le ha dado la atención suficiente a estas personas que están ahí y las tienen viviendo en condiciones infrahumanas de todo tipo y con violaciones de los derechos humanos constantes», agregó Nieto Palma.