REDACCIÓN.- La Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria alertó este miércoles que la reciente escalada de violencia, unida a la caída de la economía de guerra y a una devastadora crisis humanitaria, está infligiendo nuevos niveles de penuria y sufrimiento a la población civil que ya ha soportado más de diez años de conflicto.
Más de la mitad de la población está desplazada, el 90% de los sirios vive en condiciones de pobreza, 12 millones sufren inseguridad alimentaria, y más de 14 millones precisan ayuda humanitaria.
Siria también se enfrenta a la peor sequía que ha vivido en décadas y la inflación, que ya rozaba el 140% a principios de año, sigue en una espiral descontrolada cuando el precio de los productos básicos ya se había disparado.
Además, se prevé que el conflicto entre Rusia y Ucrania sólo contribuirá a aumentar la presión de los precios, empujando probablemente a más sirios a la pobreza.
Ante el deterioro de las condiciones de vida, la Comisión pidió que se revise la aplicación y las repercusiones de las sanciones impuestas actualmente a Siria.