Dunia De Windt
Cuando escuché la denuncia de Nuria Piera, contra la falta de pago de la energía eléctrica en la casa del tan “respetable” Euclides Gútierrez, pensé que era una broma. No era un chiste de mal gusto, era la realidad de un político que ha vivido todos estos años bajo el paraguas de la impunidad, la protección y el abuso de poder.
No obstante, este señor dijo tajante y textualmente “que no iba a pagar la luz” de más de tres millones de pesos a Edesur. Una cantidad irrisoria para un millonario como él, que se jacta como lo hizo en un programa radial de máxima audiencia de que él tiene sus millones debido a su “trabajo” en todos los menesteres en los que ha trabajado. Por lo que dijo, en esa intervención radial, ha vendido más libros que García Márquez y ganado más casos judiciales que cualquier ilustre abogado de litigios.
Uno de los peores puntos de este enredo novelesco, es que el otro actor en escena, el señor Celso Marranzini, vicepresidente de la CDEEE, fue a la oficina del deudor en buena lid, a tratar de llegar algún acuerdo de pago en base al monto de su tremenda factura. Es decir, con personajes como éste, Celso se desdobla para estipular un acuerdo, y ¿qué pasa con el resto de millones de dominicanos que sin tener dinero, ni recibir la luz, tienen que pagar religiosamente la desdichada factura de la ausente luz cada mes?.
¿Porqúe Marranzini no nos facilita el pago de la luz al dominicano de a pie? Por la sencilla razón, de que no somos conspicuos ciudadanos como lo es Euclides, que con todo y sus largos millones no ha tenido la delicadeza, elegancia y civismo de pagar y cumplir con su papel dentro de esta sociedad, donde él es el Superintendente de Bancos. Es decir, hay que tener los timbales bien puestos para ocupar un alto cargo gubernamental y no predicar con el ejemplo, como la mayoría de sus políticos-amigos.
Otro punto, terrible en esto, es que ni el Presidente Fernández no ha manifestado nada en lo absoluto de esta situación. Callado, como siempre. Un ejemplo más de su falta de “mano dura” frente a las sinvergüencerías de sus amigotes de partido. Porque fuera yo, Fernández y me enteró de algo así, y lo canceló de inmediato. Pero Fernández no lo hará nunca. Son amigos y cachanchanes por encima de todo. Y eso, importa más que el mero asunto de “dar ejemplo” a la ciudadanía.
En realidad, por un lado no me sorprende, ni me importan las mansiones que este individuo, tenga en su haber, como consta en la denuncia de Nuria, y él se ha jactado de asegurarlo en sus intervenciones. Todos los políticos del país tienes sus casas, mansiones y villas, que sólo ellos saben cómo las consiguieron. Por cierto, en el citado programa radial, dijo Euclides que un amigo del partido le regalo un terreno y él construyó una de sus casas en ese lugar. Lo interesante sería preguntarle al amigo- político, cómo adquirió tal terreno y en base a qué se lo obsequió a él, como quien regala un perfume. Así se reparten estos politicuchos de cuartel, este país.
Es tan cínico Euclides, que a pulmón abierto, grita que es un discípulo de Bosh, su seguidor más fiel. Un hombre que no le da ni por los tobillos al profesor, que ya quisiera tener él, el temple, la decencia y la moral profesional que tuvo Bosh, que nunca se ufanaba de bienes materiales como este hombre lo hace.
NU
Euclides no encuentra cómo defenderse y salir del atolladero. Acusó, bajo un argumento absurdo, a las grandes periodistas Nuria y Alicia, de que son “extranjeras”, sólo porque tienen pasaporte de otros países, insinuando que ninguna tiene la moral para denunciar sus tropelías. Sabiendo él, que las dos tienen doble nacionalidad, y son dominicanas. Todos los periodistas en libre ejercicio de nuestra profesión en el país tenemos el deber de denunciar y pedir justicia frente a personajes como este “ilustre” compañero del PLD.
Paga la luz, Euclides. Todos los dominicanos apoyamos a Nuria Piera y Alicia Ortega, y sólo nos preguntamos, ¿Cuántos más habrá como tú que no pagan la luz?
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