Madrid.- La compra de munición a Israel y el incremento del gasto en defensa ha provocado tensión interna en el Gobierno de coalición español, con la oposición clara de los ministros de Sumar, grupo de izquierda minoritario en el Ejecutivo presidido por el socialista Pedro Sánchez.
Este miércoles se conoció que el Ministerio español de Interior ha comprado a Israel algo más de 15 millones de balas para la Guardia Civil, después de que el pasado mes de octubre el Gobierno reafirmara que mantenía «el compromiso de no vender ni comprar armamento al Estado israelí desde que estalló el conflicto armado en el territorio de Gaza«.
Desde Interior justificaron este cambio de posición en una recomendación de la Abogacía del Estado para no rescindir el contrato de compra, dado el coste que podría suponer debido al avanzado estado de tramitación.
Sin embargo, esta decisión ha provocado las críticas de Sumar y la líder de este partido y vicepresidenta segunda de Gobierno, Yolanda Díaz, exigió hoy al Ministerio del Interior una «rectificación inmediata» y la comparecencia del ministro, Fernando Grande-Marlaska.
Esta compra «es una vulneración flagrante de los acuerdos» en el seno del Gobierno, especialmente en un momento en que se está produciendo «el genocidio en directo del pueblo palestino», declaró hoy Díaz.
El rechazo de Sumar a la compra de material militar a Israel se suma al desacuerdo manifestado el martes por el aumento del gasto en defensa en 10.471 millones de euros anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para llegar al 2 % del PIB con el que se comprometió España.
«No arreglamos nada con el incremento del presupuesto en materia de defensa», dijo hoy Yolanda Díaz.
Todos los ministros de Sumar rechazaron ayer en la reunión del gabinete el plan de defensa, un gasto que consideraron «exorbitado», sobre todo por la partida destinada a armamento, según informaron fuentes de la formación.
Pero hoy, al conocerse la compra de munición a Israel, las críticas de Sumar, un grupo que incluye a varios partidos de izquierda, se han recrudecido.
Una de las más contundentes ha sido la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, de Izquierda Unida, uno de los partidos que integra Sumar, que ha enviado una carta al ministro del Interior en la que le insta a cancelar el contrato de compra de armamento a Israel así como a abrir una auditoría que aclare otros contratos o relaciones comerciales con ese país.
También desde Izquierda Unida, Enrique Santiago fue más allá y planteó la posibilidad de que Sumar salga del Gobierno por el malestar con sus socios socialistas en materia de defensa y pidió la dimisión de los ministros de Defensa e Interior.
Sin embargo, Díaz, que lidera a los ministros Sumar en el gabinete, insistió hoy que, pese a las discrepancias, el Gobierno de coalición goza de «muy buena salud».
«Vamos a agotar la legislatura y vamos a seguir mejorando la vida de los españoles. Por tanto, absoluta normalidad», dijo Díaz en una entrevista en Televisión Española, la televisión pública, ante estos desencuentros.
Pero no solo Sumar se muestra en contra de estas decisiones, también otros partidos como Podemos, que compite por el mismo espacio político, intenta enarbolar la bandera del antibelicismo en nombre de la izquierda.
La número dos de Podemos y exministra de Igualdad, Irene Montero, cargó este miércoles contra el plan de defensa anunciado por Sánchez: «Ayer lo que ha hecho Pedro Sánchez es oficializar que este es un Gobierno de guerra».
Tradicionalmente, la izquierda española ha sido antibelicista, como se manifestó de manera clara con la oposición a la guerra de Irak que empezó en 2003 y que movilizó a la sociedad española.