REDACCIÓN DEPORTES.- El documental «The Last Dance» nos ha dejado diversos sabores, sensaciones y convicciones sobre lo que fue la carrera de Michael Jordan en los míticos Bulls de Chicago.
Antes de iniciar a rodar este film, la leyenda de la NBA advirtió sobre la posibilidad de cambiar nuestra percepción sobre su persona. En ese sentido, muchos hemos revivido momentos que estaban empolvados, otros descubrimos detalles inéditos sobre la convivencia entre este grupo que fue tan exitoso.
Son muchas las preguntas que surgen cuando comenzamos a ver el documental. Preguntas como: ¿Por qué el propietario de los Bulls, Jerry Reinsdorf, no tomó la decisión de prescindir de los servicios de Jerry Krause como Gerente General? ¿Por qué no convenció a Krause de mantener ese núcleo intacto un par de años más? O la pregunta más común: ¿Por qué Michael Jordan no continuó con los Bulls más allá de la temporada 1997-98?
Hay muchos factores que inciden en esta decisión:
Luego de conseguir el sexto anillo y segundo three-peat de la franquicia, en julio de 1998 la gerencia del equipo se reunió con los médicos e integrantes del staff para evaluar las condiciones físicas del plantel y comenzar a tomar algunas decisiones contractuales.
Es casi seguro que Scottie Pippen no le daría al conjunto un descuento de la casa para quedarse y mantener el imperio de los Bulls. Pippen pasó de ganar $2,775,000 en esa última temporada con Chicago, a firmar un acuerdo de un año con los Houston Rockets, quienes le pagaron $11,000,000 (ONCE MILLONES DE DÓLARES).
Luego firma un acuerdo de 4 temporadas con los Trail Blazers de Portland, con quienes devengó salarios de 14,795,642, 13,750,000, 18,083,564 y 19,727,524 respectivamente. Era la única oportunidad que Pippen tenía para encontrarse con el gran dinero en su carrera, ya que su mayor salario antes de ese pacto había sido precisamente el que firmó anteriormente con los Rockets.
¿Tenían los Bulls el presupuesto para mantener intacta la plantilla? ¿Quién defiende en el medio si Jordan y Pippen vuelven? ¿Quién rabota? Era un escenario bastante complicado para la gerencia, que evidentemente no tenía los recursos para mantener ese núcleo intacto y no menos importante, no los convencerían de quedarse por sólo ganar.
Todo esto, con el pleno conocimiento de que Dennis Rodman se marcharía y terminó uniformándose con los Lakers y posteriormente concluyó su carrera en Dallas.
¿Pudo Michael continuar su grandeza sin un centro, un delantero fuerte y posiblemente Pippen? ¿Podría Bill Russell haber ganado sin grandes jugadores a su alrededor? La respuesta es no.
¿Pudo haber hecho Krause que Phil Jackson entrene sin un centro probado, un ala-pivot fuerte, probablemente Pippen, un banco básicamente nuevo y expectativas locas de que “en Michael confiamos” y que puede ganar sin ayuda? De ninguna manera.
En conclusión, la razón por la que Michael Jordan no pudo continuar con su legado y quizás ganar uno o dos títulos más en su carrera, al menos en Chicago, es simple. DINERO. Al final del día hay que subrayar la frase business are business.
