Nueva York .- Las autoridades estatales y locales de Nueva York están investigando un aumento en las falsas llamadas que denuncian supuestos ataques contra escuelas, una táctica conocida como ‘swatting’ utilizada para que las autoridades, movilicen a oficiales de operaciones de rescate de rehenes, la lucha contra el terrorismo y operaciones contra delincuentes fuertemente armados.
Al menos 50 distritos escolares en todo el estado han recibido recientemente estas “alertas”.
En paralelo a las pesquisas, que podrían dar en las próximas horas con los responsables, legisladores están empujando que se apruebe una nueva legislación que castigue más severamente a los protagonistas de estas “llamadas de terror”.
El aumento de estos mensajes, basados en falsas alarmas, se produjeron después que una asesina en masa de Nashville, Audrey Hale, disparó 152 rondas durante el asalto a la Escuela Covenant que dejó seis muertos y enlutó nuevamente a Estados Unidos por un tiroteo.
Ante esta práctica, que ha generado pánico y alarma, la gobernadora Katty Hochul ordenó a la Policía del Estado de Nueva York que trabajara en estrecha colaboración con todos los niveles de aplicación de la ley.
“Quiero asegurarles a los padres que sus hijos están seguros en la escuela: Todas las amenazas de ataques han sido falsas y con la intención de causar pánico y asustar a estudiantes, profesores y familias”, destacó la mandataria.
En efecto, en ninguna localidad del estado de Nueva York se han registrado, hasta la fecha, siquiera alguna aproximación a este tipo específico de ataques.
Las llamadas a policías locales reportan la supuesta presencia de pistoleros y hasta bombas en escuelas. Hasta el momento, los sabuesos policiales están rastreando el origen exacto de las llamadas y mensajes para concretar arrestos.
En la ciudad de Nueva York, el distrito escolar más grande del país, no se ha conocido específicamente de este tipo de acciones en las últimas semanas, aunque sí se han investigado en el pasado mensajes de supuesta violencia a través de redes sociales.
Esta tendencia está impulsando a legisladores de Nueva York a presentar anteproyectos de ley para aumentar las penas por este tipo de actos, que podrían tener su origen simplemente en una broma pesada.
Los senadores republicanos Dean Murray, Mark Walczyk y Jim Tedisco están presionando para que se apruebe su proyecto de ley S.4283 que aumentará la pena por este acto de un delito menor de Clase A (hasta 1 año de cárcel) a un delito mayor de Clase E (de 1,5 a 4 años en una prisión estatal).
el norte de Nueva York, en los condados de St. Lawrence y Jefferson tuvieron que cancelar sus actividades, después de recibir amenazas de violencia la semana pasada.
Las últimas amenazas se unen a varias reportadas en el norte del estado de Nueva York, incluso en el área de Albany.
También en el condado de Westchester, las autoridades locales expresaron inicialmente su pánico de que las personas que reportaron un falso ataque en una escuela, pudieron haber estado probando los tiempos de respuesta de las fuerzas del orden y los servicios de emergencia en preparación para futuros ataques. Aunque finalmente se consideró que todo se trató de una broma “oscura”.
“Esto se está convirtiendo en una temporada abierta para propagar el miedo, el estrés, la ansiedad y la depresión en nuestros cuerpos estudiantiles vulnerables, así como en el personal y sus familias. Estos contactos que amenazan con violencia en nuestras escuelas, son otra forma de terrorismo que no se puede permitir”, interpretó el senador Jim Tedisco quien está pidiendo mano más dura contra los responsables de estos delitos.
“Estemos pendiente”
La dominicana Teresa Caraballo, quien tiene a cuatro niños en el sistema de educación pública en el Alto Manhattan comentó que “ya los padres tenemos suficiente” con los ataques verdaderos de los delincuentes en la ciudad, como para que se sume el temor de estas falsas llamadas.
“Un problema real es que hemos tenido noticias alrededor de las escuelas en los últimos meses de balaceras entre pandilleros.Y estudiantes han estado en la línea de fuego. Eso es la verdad. Que vivimos con miedo. Pero también es momento de que vigilemos más a nuestros niños, para que no se presten a estas bromitas que los pueden meter en problemas”.