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Batalla Electoral 2024

Prudencia ausente

A la luz del balance trágico durante el largo feriado de la Semana Santa, nuevamente queda demostrado que, a pesar de todas las advertencias y de las medidas de prevención adoptadas por las autoridades, el gran ausente durante este período ha sido la prudencia, el equilibrio y la razón.

En la casi la generalidad de los casos hay una dosis de descuido, excesos e imprudencia extrema. Así lo revelan las 19 muertes y los 417 heridos y lesionados durante esta jornada, que está cada vez más apartada de la reflexión y el recogimiento, como aconsejan las iglesias.

¿Por qué hay que desplazarse por las carreteras a altas velocidades, como si el tiempo se fuera a esfumar, en lugar de manejar prudentemente, o emborracharse para luego perecer ahogado en un balneario, cuando hay oportunidades para un disfrute sano, seguro y equilibrado?

Es sobradamente evidente que quienes en estos asuetos se sumergen en el más absoluto desenfreno, como si el mundo se fuera acabar, ni siquiera por asomo han estado cerca del libro El arte de la Prudencia, de Baltasar Gracián, pues seguro que habrían seguido sus sabios consejos y entonces estarían a salvo.

Tal y como habían dicho certeramente los miembros del Comité de Operaciones de Emergencia no bastan las medidas de vigilancia y protección tomadas por las autoridades, si cada vacacionista no observa un comportamiento prudente para protección propia y a favor de la seguridad y  la integridad de los demás.

Con 42 mil brigadistas desplegados en toda la geografía nacional y 2,512 puestos de socorro, el COE coordinó un operativo amplio y bien coordinado, pero es obvio que en ningún país del mundo podemos poner un vigilante detrás de cada ciudadano para garantizar que actúe con comedimiento.

Es en definitiva la razón y la conciencia que debe imponerse para que en Semana Santa o en cualquier otro período feriado no tengamos que lamentar tragedias que llevan luto y dolor a familias al sufrir la pérdida de un ser querido, en muchas ocasiones no por imprudencia propia, sino de aquellos que irrespetan la vida humana.

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