Familias reciben los cuerpos de ocho desaparecidos durante el conflicto armado colombiano

Los cuerpos fueron recuperados en el cementerio El Carmen y analizados por la JEP y el Instituto Nacional de Medicina Legal.

Familias reciben cuerpos desaparecidos durante conflicto armado colombiano tras identificación forense.

Bogotá.- Las familias de ocho personas que desaparecieron durante el conflicto armado colombiano recibieron los cuerpos de sus seres queridos, a quienes buscaron de manera "incansable" durante décadas, informó este lunes la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Los cuerpos fueron recuperados por el Grupo de Apoyo Técnico Forense (GATEF) de la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la JEP en el cementerio El Carmen del municipio de Riosucio, en el departamento de Caldas (centro), señaló el alto tribunal en un comunicado.

Las víctimas fueron identificadas durante labores de "recolección, análisis y contraste de información" ejecutadas por la UIA y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y en actividades técnico-científicas realizadas por el Instituto Nacional de Medicina Legal.

La entrega digna comprendió distintos escenarios orientados a "garantizar los derechos de las familias", que incluyeron acompañamiento psicosocial, orientación jurídica y una explicación técnico-científica.

"Los espacios jurídicos y técnico-científicos permitieron el diálogo directo con las familias, la resolución de dudas y la comprensión de cómo la ciencia forense, junto con la información aportada por los allegados, hizo posible la identificación de los cuerpos y la reconstrucción de los casos", añadió la información.

Posteriormente, se llevó a cabo la inhumación de los cuerpos en los lugares previamente definidos con los allegados, actos que estuvieron precedidos por "actividades espirituales acordes con las creencias de las familias" y acompañadas de apoyo psicosocial.

Ceremonias de armonización espiritual

En el Resguardo Indígena de San Lorenzo, en Riosucio, médicos tradicionales de la comunidad hicieron una ceremonia de "armonización espiritual", ya que desde su cosmovisión estas prácticas buscan restablecer el equilibrio entre cuerpo, alma y espíritu, así como preparar a las familias y al territorio para el reencuentro en un acto de sanación colectiva".

"Cuando hay un hallazgo, el territorio también reacciona, por eso hacemos la armonización, para sanar la tierra y permitir que las familias reciban a sus seres queridos con tranquilidad", explicó el médico tradicional indígena Alexander Largo.

Las autoridades indígenas expresaron que la desaparición forzada "no solo fragmenta a las familias, sino que altera el equilibrio colectivo, interrumpe la transmisión de saberes ancestrales y afecta la armonía del territorio".

    Para algunas familias, esta entrega representó el cierre de una búsqueda marcada por la incertidumbre, como en el caso de Angie Marcela Gañán, que vive en el resguardo y recordó que su familia dedicó más de veinte años a buscar a su tío, José Leonel Gañán.

    "Mi mamá lleva más de veinte años en este proceso de búsqueda. Hubo momentos en que pensó que no lo íbamos a encontrar, pero decidimos no desfallecer. Hoy, por fin, vemos los frutos de todo ese camino", precisó.

    En Colombia hay un universo de desaparecidos de 124.734 personas, según cifras de la UBPD.