SANTO DOMINGO.- El continuo aumento en los precios de la canasta familiar ha provocado que madres de familia de barrios populares de la capital reduzcan los alimentos en sus hogares y busquen alternativas a fin de rendir el presupuesto destinado para la comida diaria.
«Yo sé derrizar, sé pasar el blower y me defiendo con eso… y hasta limpiar a veces a muchas amigas que tienen más que uno», son algunos de los oficios extra que hace Leoyomilsi Mieses para aumentar sus ingresos y poder comprar los productos básicos para alimentar a los 4 integrantes de su familia, entre ellos sus hijos de 13 y 17 años.
Ante la imposibilidad de obtener un segundo empleo u otras alternativas para aumentar sus ingresos, Amarfi Fortuna se ha visto obligada a disminuir las raciones alimenticias en su casa y eliminar de la dieta aquellos productos que por su alto costo se han convertido en un lujo.
Al igual que Fortuna, otras amas de casa se quejan de la inestabilidad de precios tanto en los mercados populares como en las grandes cadenas, por lo que intentan aprovechar los productos en oferta.
Tras asegurar que la venta ha disminuido y que a ellos también les afecta el incremento en los productos, comerciantes lamentan no poder ofertar su mercancía a un precio más asequible tal y como demandan sus clientas.
Según datos del Banco Central, la canasta básica de la población más pobre se incrementó en 8.71 por ciento durante el 2021.
Las amas de casa claman la intervención del gobierno para estabilizar los precios de la canasta familiar y modificar los planes sociales, en los que el presupuesto les alcance sin tener que bajar la calidad de su alimentación.
