Vecinos de El Pedregal y El Aguacate, en La Cuaba, impidieron la entrada de manifestantes a favor de un vertedero y advierten sobre los riesgos ambientales.
Pedro Brand.– Residentes de los sectores El Pedregal y El Aguacate, en la Junta Distrital de La Cuaba, bloquearon este domingo la entrada de manifestantes que apoyaban la instalación de un vertedero en la comunidad.
Los vecinos expresaron su rechazo al proyecto y su preocupación por los impactos ambientales, especialmente en los ríos, arroyos y la fauna local, que podrían verse afectados por la operación del vertedero.
La situación generó tensión en la zona, y las autoridades policiales intervinieron con bombas lacrimógenas para dispersar a los vecinos, quienes mantuvieron su postura de oposición.
Aunque el Ministerio de Medio Ambiente informó recientemente que la planta cumple con estándares internacionales y no representa riesgos para la comunidad, los residentes sostienen que no se han realizado estudios completos de impacto ambiental y que la operación de la instalación podría traer contaminación y afectar recursos hídricos fundamentales para la región.
“Aquí hay ríos y fuentes de agua, es lo más bello que tenemos y nos lo van a destruir”, señalaron los vecinos, quienes solicitaron la intervención directa del presidente Luis Abinader para evitar lo que consideran una posible tragedia.
El conflicto tiene antecedentes: en 2021, el Ministerio de Medio Ambiente denegó los permisos a la empresa Oaca House SRL para construir la planta de reciclaje.
Sin embargo, en 2023, la Compañía de Manejo de Residuos Sólidos presentó un recurso ante el Tribunal Superior Administrativo, que ordenó una revisión de la decisión, dejando abierta la posibilidad de la instalación del vertedero.
Los vecinos de El Pedregal y El Aguacate insisten en que seguirán en pie de lucha hasta que las autoridades atiendan sus reclamos, reiterando que no aceptarán la instalación del vertedero mientras no se garantice la seguridad ambiental y el bienestar de la comunidad.
Este enfrentamiento refleja la preocupación de la comunidad por la protección de sus recursos naturales y la necesidad de que los proyectos de infraestructura cumplan con todos los estudios y regulaciones ambientales antes de su implementación.
Los residentes advierten que su lucha no cesará hasta que se respete la seguridad y la integridad de su entorno, y hacen un llamado a las autoridades a escuchar sus reclamos antes de que la situación escale.