REDACCIÓN.- La invasión de terrenos, una práctica muy habitual en el nordeste, mantiene en un estado de incertidumbre e inseguridad permanente para propietarios de fincas, que además se quejan de la debilidad que la justicia ha enfrentado a los invasores, que sin medir consecuencias toman posesión de sus tierras y destruyen todo a su paso.
¡Con los fusiles! Protejan a nuestros hombres! algunas de las frases que se escuchan en los enfrentamientos entre agentes de la policía nacional e invasores de tierra, mientras se procede a derrumbar las casuchas levantadas en terrenos privados.
La ocupación de terrenos, se ha convertido en una práctica cotidiana y normal para algunas organizaciones campesinas que alegan pertenecen al Estado Dominicano; generando incertidumbre, temor y preocupación entre los propietarios que no perciben una tutela a sus bienes, así lo expresan ante nuestras cámaras.
Recientemente en comunidades como La Guama, Hatillo, Villa Faro, Villa Verde, y Jaya el clamor de dueños de fincas es colectivo, labrar su propiedad es un riesgo, pues, el temor a ser invadidos y perderlo todo en minutos es una realidad latente.
A esto se agrega, según los productores, la fragilidad con que la justicia ha sometido a invasores capturados en flagrante delito; dicen sentirse desamparados judicialmente.
Para el vocero del Colectivo de Organizaciones Populares, José Mercado, las ocupaciones de tierra siempre han existido solo que esta vez han querido desacreditar el accionar de los más pobres, reitera, existen en la actualidad dos tipos de ocupaciones todo depende del nivel económico de los ocupantes.
Recientemente por orden del Ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez, y el Mayor General Eduardo Alberto Then se han creado mesas de trabajo y seguimiento para dar respuesta al clamor desesperado de los productores.
Aunque reconocen que las autoridades han realizado las intervenciones correspondientes en los terrenos invadidos, exigen que la vigilancia sea permanente como una forma de tutelar su derecho de propiedad.
