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Superar el miedo a la sangre

No hay nada más natural y biológico que la sangre menstrual. De cómo aborde el entorno familiar la llegada de la primera menstruación, llamada menarquia, depende como vivirá la joven su cuerpo.

La menstruación es un signo de madurez, una reafirmación de la vida, existimos gracias a la menstruación. El paso de niña a mujer esta determinado por la menarquia, el periodo de iniciación del ciclo reproductivo.

El ciclo menstrual comienza con la ovulación, en este momento empiezan los preparativos para un posible embarazo. La capa interna del útero, endometrio, se prepara para dar acogida al espermatozoide; si en las Trompas de Falopio no se encuentran el óvulo y el espermatozoide, se produce la descamación o recambio del endometrio. En concreto, si no ocurre la unión del óvulo con el espermatozoide, el endometrio se ha preparado en vano por lo que se desprende en forma de sangrado menstrual.

Las jóvenes aprenden lo que ven, no lo que les dicen. Si las mujeres de su entorno viven la menstruación como una enfermedad, ellas lo experimentaran igual. La menarquia va unida a una gran emoción y las chicas son muy sensible a las reacciones de su entorno. Ojalá cuando ocurriese, estuviesen acompañadas de alguien cercano que se alegre, que lo perciba como algo positivo y bello, no como una preocupación.

La falta de información sobre la menstruación es un medio de cultivo para el miedo, para que se instale el dolor, la tristeza, el mal humor, y las limitaciones.

El dolor menstrual se debe las contracciones que provocan el recambio del endometrio. Podría ser generado por la falta de flexibilidad del cuello uterino que hace más difícil la salida de la sangre, esta se acumula en el útero, dilatándolo o provocando molestias. Quizás a esto se deba que muchas mujeres experimentan una disminución del dolor menstrual después de iniciar su vida sexual o después de haber parido.

El dolor incapacitante, que las paraliza o les impide funcionar de forma normal debe ser evaluado por una ginecóloga.

El umbral del dolor es personal, y tiene que ver con una actitud heredada sobre la propia feminidad. Las hijas de madres con dismenorrea es probable que vivan la menstruación con dolor.

El ejercicio al aire libre, cualquier tipo de danza, en especial la danza del vientre, descansar, y un baño de agua tibia podrían mejor la dismenorrea.

Las mujeres en cierne pueden superar el miedo a la sangre. Tener una actitud positiva, conocer y amar su propio cuerpo es la mejor herencia que podemos dejarles.

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