Santo Domingo.- La probabilidad de morir en un avión es de 1 en 13.7 millones, según un estudio del MIT. De hecho, es más probable fallecer en un accidente automovilístico o por el impacto de un rayo, que en un accidente aéreo.
Sin embargo, entre enero y febrero de este año, se han registrado al menos 13 accidentes fatales que involucraron aviones, avionetas y helicópteros, dejando un saldo aproximado de 107 fallecidos.
El 2 de enero, un avión monomotor se estrelló contra un almacén en Fullerton, California, apenas dos minutos después de despegar. El accidente dejó dos muertos y 19 heridos.
Dieciocho días después, otra tragedia ocurrió en Sudán del Sur, donde un avión que transportaba a 21 personas se desplomó. Solo hubo un sobreviviente y 20 pasajeros perdieron la vida.
El 28 de enero, en el Aeropuerto Internacional de Gimhae, en Corea del Sur, se detectó un incendio en la cola de un avión antes de su despegue. Afortunadamente, los 169 pasajeros y 6 tripulantes lograron evacuar a tiempo, sin que se reportaran víctimas mortales.
La secuencia de tragedias continuó al día siguiente, el 29 de enero, en Washington, D.C., donde un helicóptero militar colisionó con un avión comercial sobre el río Potomac. El accidente dejó 67 fallecidos, entre ellos 60 pasajeros, en su mayoría adolescentes que regresaban de una competencia de patinaje, cuatro miembros de la tripulación y tres militares que viajaban en el helicóptero.
El 31 de enero, en Filadelfia, una ambulancia aérea procedente de México se estrelló contra un centro comercial, dejando un saldo de seis muertos y 22 heridos.
El primer incidente de febrero ocurrió el día 5, cuando un avión de Japan Airlines chocó contra la cola de un avión de Delta Airlines que se encontraba detenido en el Aeropuerto de Seattle-Tacoma. Afortunadamente, no hubo víctimas mortales, y todos los pasajeros de ambos vuelos fueron desembarcados de manera segura.
Posteriormente, el 6 de febrero, una aeronave que realizaba una misión de inteligencia, vigilancia y reconocimiento en Filipinas se estrelló, dejando cuatro fallecidos.
Ese mismo día, se reportó la desaparición de una aeronave Cessna 208 Caravan en Alaska, en la que viajaban 10 personas. El avión desapareció del radar y perdió contacto con la torre de control minutos antes de su aterrizaje. Los restos de la aeronave fueron encontrados el 7 de febrero, pero las causas del accidente aún se desconocen, y las condiciones meteorológicas han complicado la búsqueda de los cuerpos.
También el 7 de febrero, un avión King Air F90 con matrícula PS-FEM se estrelló en una avenida de São Paulo, Brasil, dejando dos muertos y seis heridos.
El 10 de febrero, dos aviones colisionaron en una pista del aeropuerto de Scottsdale, Arizona, resultando en un fallecido y varios heridos.
El 12 de febrero un enfrentamiento a tiros entre policías y narcotraficantes en Río de Janeiro, obligó a un helicóptero policial a aterrizar de emergencia tras ser impactado por una bala y que dejó bloqueadas dos de las principales vías de esta ciudad brasileña.
El 17 de febrero un avión de Delta Air Lines sufrió un grave accidente en el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto, cuando la aeronave se volcó sobre su techo al aterrizar. A pesar del impacto, las 80 personas a bordo sobrevivieron y los heridos sufrieron lesiones que, según las autoridades, fueron relativamente leves.
El incidente más reciente se registro este 19 de febrero cuando dos aviones pequeños chocan en el aire cerca del aeropuerto de Marana, al norte de Tucson, Arizona, dejando al menos dos personas muertas, informan las autoridades.
De acuerdo con ABC News, el siniestro ocurrió alrededor de las 8:30 de la mañana, hora local, y envolvió a un Lancair 360 MK II y un Cessna 172S, cada uno con dos personas a bordo.
Estos accidentes son precedidos por la tragedia de Corea del Sur, que dejó 179 muertos, considerado el accidente aéreo más grande en ese país.
Estos incidentes, aunque aislados, han encendido las alarmas sobre la seguridad aérea en lo que va del año. A pesar de que volar sigue siendo uno de los medios de transporte más seguros, estos eventos nos recuerdan la importancia de mantener y reforzar los protocolos de seguridad en la aviación.
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