Pakistán.- El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió este viernes que al menos 1 de cada 9 niños menores de cinco años que resultaron afectados por las inundaciones en Pakistán padece desnutrición aguda grave y pidió el apoyo de la comunidad internacional para salvar sus vidas.
“Nos enfrentamos a una emergencia nutricional que amenaza la vida de millones de niños. Sin una acción urgente, nos dirigimos hacia un resultado catastrófico que amenaza el desarrollo y la supervivencia de los niños», afirmó en un comunicado el representante de Unicef en Pakistán, Abdullah Fadil.
Las severas inundaciones que sufrió Pakistán entre mediados de junio y septiembre se saldaron con un balance de al menos 1.696 fallecidos, incluidos 630 niños, y más de 12.867 heridos.
Además, 1,3 millones de viviendas resultaron dañadas y más de 700.000 quedaron destruidas, de acuerdo con datos oficiales.
Según Unicef, de los más de 22.000 niños menores de cinco años afectados por las inundaciones que han sido examinados desde septiembre, al menos 2.630 fueron diagnosticados con desnutrición aguda grave, «una condición potencialmente mortal» para los niños que debilita sus sistemas inmunes.
Sin embargo, advierten que la cifra real sería mucho mayor, ya que la última Encuesta Nacional de Nutrición sitúa en 1,6 millones el número de niños que podrían padecer esta afección en las provincias sureñas de Sindh y Baluchistán, las más afectadas por las inundaciones.
La desnutrición ya era un problema grave en estos distritos incluso antes de las inundaciones, agregó la nota, donde la mitad de los niños ya presentaba retrasos en su crecimiento y el 40 % de las madres padecían anemia, aumentando el riesgo de dar a luz a bebés con bajo peso.
Por ello, se requiere «mucho más» el apoyo de la comunidad internacional «para salvar las vidas de los niños», señaló Fadil, puesto que más de siete millones de niños y mujeres en estas áreas necesitan tener acceso inmediato a servicios de nutrición básicos.
Y es que al menos cinco millones de personas no disponen de fuentes seguras de agua potable, mientras que más de seis millones no tienen instalaciones de saneamiento en el hogar.
Esto ha elevado hasta un tercio el porcentaje de la población afectada que defeca al aire libre, incrementando el riesgo de nuevas enfermedades.
Hasta el momento, Unicef solo ha conseguido que se financie un 13 % de los 175,3 millones de dólares que pide para atajar la crisis humanitaria en Pakistán, concluye el comunicado.