El presidente Abinader ha exhortado a su militancia a votar masivamente para alcanzar más de un 60% de los votos.
Lo ha hecho defendiendo su gestión y acusando a la oposición de mentir.
Además, ha instado a los electores a utilizar motores de búsqueda como Google para comparar su gobierno con los anteriores.
Este llamado no es meramente retórico, sino una táctica esencial para mitigar el riesgo de complacencia entre sus seguidores.
Y es que algunos, al verlo liderar en casi todas las encuestas, podrían sentir que su voto no es necesario.
La apatía electoral es un enemigo común en democracias vibrantes como la nuestra, y el PRM busca combatirla no sólo con discursos motivadores.
Es posible que también esté asegurando una logística robusta el día de las elecciones para que sus seguidores acudan a votar.
Pedir a los votantes que hagan comparaciones en internet puede parecer superfluo, ya que muchos votarán basándose en su situación actual y las emociones que el pasado reciente les suscite, ya sea rechazo o nostalgia.
El desafío de lograr una votación masiva no es exclusivo del partido gobernante; los partidos de oposición también enfrentan la ardua tarea de movilizar a sus bases en un contexto menos favorable, según muestran las encuestas.
No podemos olvidar a los indecisos, cuya participación puede ser decisiva.
Invito a todos, sin importar su inclinación política, a participar en esta fiesta de la democracia.
Cada voto cuenta y cada voto es un paso hacia una gobernanza legítima y representativa.
No dejemos que la pasividad decida nuestro futuro. Que nadie se quede en casa este 19 de mayo.
