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Violencia de género: una lacra que enferma a todo el entorno

La violencia machista es una lacra continúa cada año y deja huellas, a veces, imposibles de borrar.

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REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, en “El Bisturí” tratamos este gran problema con María Teresa Villota, psicóloga especializada en el tema y trabajadora en el punto de violencia de la Mancomunidad de Servicios Sociales del este de Madrid; y con África López Illescas, médico especializada en medicina deportiva.

La violencia machista es una lacra continúa cada año y deja huellas, a veces, imposibles de borrar.

Normalizado en la sociedad

La psicóloga María Teresa Villota  afirma que vemos como algo común la violencia de género porque, añade que “vivimos en una sociedad patriarcal” que tiene como base “la desigualdad entre el hombre y la mujer, donde se le da valor a todo lo que hace él y no ella”.

La mujer llega al punto de justificar el comportamiento machista porque “dentro de esa normalidad ya establecida, la mujer ha sido educada para cuidar, para cumplir el deseo del otro y para el sometimiento”, asevera la especialista.

“Cuando es educada para todo eso, normaliza que vale menos, que tiene que obedecer al hombre y se invisibilizan muchas conductas, tanto para la propia mujer como para la sociedad”, explica la psicóloga.

En películas y series escuchamos frases como “te necesito” o “no puedo vivir sin ti” y nos han educado en un “amor idealizado que se basa en la entrega de la mujer al hombre”. Además la experta añade que los celos o el control “se ven como un acto de amor y no como algo patológico”.

“El amor no es maltrato, no es sometimiento, no son celos. Hemos crecido con la idea de que somos princesas que buscan sus príncipes”, y sentencia que eso acaba mal.

Como trabajadora en un punto de violencia, garantiza que a las víctimas les es muy difícil acudir a esos sitios de ayuda “porque como la mujer ha sido educada para aguantar y cumplir el deseo del otro, se siente desleal y culpable”. Asevera que confunden el defenderse con atacar.

Cómo afecta a la salud

La médico África López Illescas asegura que el maltrato “deteriora mucho la salud de la mujer, de los hijos y de todo su entorno”. El maltrato físico es más detectable que el psicológico, pero en físico se experimentan “múltiples situaciones de un alto contenido emocional que hace que la víctima enferme”.

Las principales afecciones que presentan según la doctora son:

Cefaleas que no remiten

Apneas por faltas de respiración o taquicardia

Alteraciones hormonales

Lumbalgias

Dolores abdominales

Cuadros de ansiedad importantes

Insomnio

Trastornos de la alimentación

Hijos y entorno

López-Illescas: “El padre tiene la creencia de que los hijos no son conscientes y de que no afecta a su salud el maltrato de sus madres, pero no es cierto. Los niños de mujeres maltratadas tienen más enfermedades y más síntomas por déficit de salud“.

Declara que hay menores que en ese momento no padece ninguna enfermedad pero que sí aparecen en el futuro además, otro ámbito al que afecta es al rendimiento académico.

La familia de la víctima, e incluso la del propio maltratador, también sufre el estrés perjudicial para la salud.

Mensajes de alerta

María Teresa Villota, experta en violencia machista, comenta que los mensajes son muy sutiles y que la mayoría no los vemos.

“Puede empezar con simplemente dejarte de hablar o de olvidarse de una cita importante. Son cosas muy sutiles y habituales para nosotras en las que te vas metiendo, no te das cuenta”, ratifica.

Dice que la maltratada siente “una especie de identificación con el maltrarador” y quiere entender lo que está pasando. Por ello, le dedica mucho tiempo y se va abandonando poco a poco y que al final, no se siente fuerte para salir de ahí.

Atención a las jóvenes y las nuevas tecnologías

Hay una gran tendencia a que las jóvenes sean controladas por sus parejas a través de las nuevas tecnologías como el whatsapp. Ante ello María Teresa Villota aconseja que los padres de la menor deben estar más pendientes de conductas como “si su hija está mas reservada, más pendiente del móvil o si abandona a sus amigas”

Añade que la “Dirección General de la Mujer tiene un servicio para las adolescentes” y detalla que es unproblema brutal porque las controlan incluso por GPS o las obligan a mandarles fotos de cómo van vestidas”.

Cómo combatirlo

Se debe combatir a través de la educación“transmitiendo modelos igualitarios y cambiando los modelos culturales”. La psicóloga cita al filósofo John Stuart Millporque decía que “la esclavitud de las mujeres es la única que no está abolida”.

“La única solución es crecer ante modelos igualitarios, que ser hombre o mujer no tenga que ser una valoración porque somos personas y buscamos lo mismo: ser felices. Sólo cuando la mujer se sienta frente al hombre en igualdad, ahí habrá terminado la violencia” avala Villota.

Cómo actuar

Una de las principales recomendaciones es no actuar sola, pedir siempre ayuda. Si sientes que la familia no te apoya, hay un gran grupo de profesionales que lo harán. Puedes ponerte en contacto con ellos llamando al 016, una llamada que no deja huella en la factura telefónica, o puedes acercarte a cualquier centro social de tu ciudad.

La doctora África López-Illescasanima a que pidan ayuda en la consulta del médico “pueden ayudar bastante ya que la ley define a los médicos y al resto de personal sanitario como agentes cualificados en la lucha en la violencia de género”.

“El principal problema de la mujer es la propia víctima, con frecuencia sufren un trastorno denominado estrés postraumático que va unido a un síndrome depresivo  y a un sentimiento de culpabilidad o vergüenza”, asevera y que por eso no lo cuentan. Anima a que desde las consultas, los médicos vayan “más allá de los síntomas y sigan su intuición”.

 

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