Botellones de agua alcanzan hasta RD$150 en sectores del Gran Santo Domingo
Consumidores consultados denuncian que el alza resulta “incomprensible” e incluso “abusiva”.
Santo Domingo.– El precio del botellón de agua purificada ha subido recientemente en diversos sectores del país, ubicándose ahora entre RD$110 y RD$130, lo que mantiene en alerta a una población que depende de este producto para su consumo diario.
Consumidores consultados denuncian que el alza resulta “incomprensible” e incluso “abusiva”. “Estaban vendiendo el agua como le da la gana… aquí los colmados venden uno a un precio y otro a otro precio. O sea, no hay control ahora mismo”, comentó uno de los afectados.
Precios disparados y diferencias por zona
En zonas como la avenida Independencia y sectores del Santo Domingo Oeste, conseguir un botellón por debajo de los RD$110 se ha vuelto “prácticamente imposible”. Algunos compradores admiten tener que recorrer colmados más alejados para hallar precios más accesibles.
Mientras tanto, en zonas de mayores ingresos como Naco o Piantini, usuarios reportan que el botellón alcanza costos de RD$130 a RD$150. Los comerciantes señalan que el incremento de precio proviene directamente de los suplidores, por lo que se sienten obligados a trasladar ese aumento al consumidor final.
Además del botellón, indican que las botellitas pequeñas de agua también han registrado incrementos. “Han subido varias veces”, afirma un colmadero, que señala que muchos clientes se quejan al ver los nuevos precios.
Consumidores y comerciantes reclaman regulación
Tanto compradores como vendedores coinciden en que el agua embotellada básica para la hidratación diaria no debió registrar aumentos tan bruscos, especialmente considerando que en muchas zonas del país el agua potable distribuida por acueductos públicos cuesta muy poco.
Por ejemplo, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) establece un precio de solo RD$6 por metro cúbico en el Gran Santo Domingo.
El descontrol en los precios, advierten, evidencia una falta de regulación efectiva, lo que afecta especialmente a familias de bajos ingresos que dependen del agua purificada para su consumo diario. Mujeren de colmados y consumidores han expresado su malestar por los cambios de precio sin explicaciones claras ni justificaciones de parte de embotelladoras o autoridades.