El incremento de conflictos en parejas durante el final de año afecta la convivencia y el bienestar emocional.
Santo Domingo.– La psicóloga y terapeuta familiar Virginia Pérez advirtió que durante el cierre de año aumentan los conflictos dentro de las relaciones de pareja y en el entorno familiar, impulsados por tensiones económicas, expectativas irreales sobre las festividades y falta de comunicación.
Pérez explicó que diciembre suele ser un periodo en el que cada miembro de la pareja idealiza cómo serán la cena, la celebración o el encuentro familiar, pero sin conversar ni consensuar los planes. Esa ausencia de diálogo —dijo— genera malestar y tensiones que se acumulan.
A esto se suma que los empleos formales entregan el salario de Navidad, dinero que en muchos casos “ya está gastado antes de recibirse”, lo que provoca discusiones sobre presupuesto, regalos y gastos propios de la temporada. Recordó que las finanzas se han convertido en la principal causa de divorcio, seguidas por la infidelidad.
La especialista también señaló cambios en las dinámicas de rol dentro de la pareja, impulsados por procesos de equidad de género, lo que puede generar confusiones sobre responsabilidades económicas. Sin embargo, enfatizó que cada pareja debe construir sus propias reglas y acuerdos.
“La clave es conversar, pero no tenemos una comunicación asertiva ni en la pareja ni en la crianza”, subrayó.
Pérez advirtió que muchas familias funcionan con patrones de comunicación impositiva, donde no se escucha a los hijos ni se les permite opinar o elegir, lo que crea tensiones adicionales en fechas donde se decide cómo vestirse, adónde ir o con quién compartir. Dijo que estas dinámicas son propias de hogares con estilos de crianza disfuncionales en los que los adultos llegan agotados, con poco tiempo para orientar a los niños.
Otro detonante frecuente —agregó— es el consumo de alcohol en actividades navideñas. Señaló que su efecto desinhibidor provoca discusiones, expresiones impulsivas sin filtro y comportamientos agresivos. Por eso recomienda establecer límites previos dentro de la pareja para evitar situaciones conflictivas.
Los encuentros familiares también se ven afectados por resentimientos previos, presiones sociales y expectativas sobre la celebración. Pérez lamentó que muchas personas han perdido el sentido espiritual de la Navidad y están más enfocadas en las fotos para redes sociales, la mesa, la vestimenta y la competencia por mostrar perfección.
Como recomendaciones para reducir conflictos, la psicóloga sugirió definir previamente qué se espera de la celebración, dónde se realizará, qué aportará cada quien y cómo se organizará el encuentro. Además, dijo que es necesario comunicar estas decisiones también a los hijos.
Subrayó que cuando el encuentro se realiza en casa de familiares, es conveniente conversar con la figura principal —generalmente abuelos— para consensuar detalles y evitar tensiones el mismo día.
Respecto a quienes no desean asistir a reuniones navideñas, explicó que lo primero es identificar la causa: nostalgia, experiencias negativas, sensación de invasión personal o preguntas incómodas. Afirmó que es válido respetar ese espacio emocional siempre que se exprese de manera adecuada.
Virginia Pérez, especialista en psicología, sexología y terapia de pareja y familiar, ofreció sus orientaciones e invitó a quienes deseen mayor información a contactarla en Instagram como @virginiaperezrr o al teléfono 829-558-1900.