El hijo descarriado, hunde a sus padres

Sería una crueldad más de parte de un hijo descarriado, por sus actividades oprobiosas, hacer morir avergonzados a sus padres, que se enorgullecen de haber tenido una existencia digna y honesta.

1.- El ser humano nace para estar alegre, contento, disfrutando de las cosas bonitas; del hermoso color de las rosas y de todo aquello que causa sentimientos gratos.

2.- Sentirse divertido, muy regocijado, es un normal deseo, no así entristecerse; estar acongojado por un hecho que ha traído angustia, malestar, aflicción emocional.

3.- El nacimiento de una niña o un niño, es un suceso de importancia en la vida del padre y de la madre. Ese acontecimiento viene a sellar la unión, expresada en la llegada de la criatura. El afecto profundo, el amor se hace carne con el retoño, la hija o el hijo.

4.- La mamá y el papá que, rebosados de alegría, ven nacer a su hija o a su hijo, se esfuerzan para desarrollarlo, educarlo y entregarlo siendo un modelo para vivir en la comunidad.

5.- El premio que los padres reciben de sus descendientes, es que se porten bien, dedicándose al trabajo productivo, aportando al desarrollo social y exhibiendo correcto proceder.

6.- La hija o el hijo que actúa correctamente, ajustando sus actos a la decencia, recompensa el cumplimiento que han tenido sus padres al formarlos para producir honra en el medio donde viven.

7.- El pago de los descendientes a sus progenitores, se efectúa mediante el cumplimiento, llevando una vida conforme a las normas éticas y morales, las mismas enseñadas en la casa durante el tiempo que vivieron al lado de sus ascendientes.

8.- Papi y mami, estar contentos con el proceder de sus vástagos, se viene abajo cuando estos actúan mal olvidando la buena conducta que les inculcaron. Hacer lo opuesto a lo bueno trae decepción a papá y mamá.

9.- Los padres lucen vencidos, derrotados, anímicamente liquidados, una vez la hija o el hijo ejecuta actos que desdicen, niegan la prédica de honestidad hogareña. Las malas actuaciones de los muchachos y las muchachas, hunden la alegría de papá y mamá.

10.- Es como una estocada en el corazón, la que recibe el padre o la madre, cuando conoce de una acción inmoral llevada a cabo por un hijo o una hija. Se le quita hasta el deseo de vivir.

11.- Para los padres resulta decepcionante cuando creen haber formado a descendientes de honor, a personas que llegarían a merecer respeto, pero han resultado ser de deshonor por indignos y ausentes de vergüenza.

12.- Es sumamente feo, horroroso, algo insoportable para padres y madres decentes, saber que una hija o hijo anda por ahí haciendo truhanerías y cuantas cosas sirven para identificar al vagabundo.

13.- La hija o el hijo tramposo, timador y de cualquier forma engañador, marchita la vida y ensucia la honradez de sus padres; precipita su muerte, porque con cada acción pecaminosa lo encamina al cementerio hasta clavarle el último clavo al ataúd.

14.- Aquel momento de alegría que significó para papi y mami el nacimiento de esa hija o hijo, se ha convertido ahora en una pesadilla, en un echar por tierra, hasta crear el deseo para los padres de no estar con vida, porque las acciones ilícitas, los actos bochornosos, golpean el alma.

15.- Padre y madre, esforzados para formar hijas o hijos decorosos por su honradez, no merecen morir moralmente castigados, afligidos, muy angustiados por actos deshonrosos ejecutados por su cría.

16.- Sería una crueldad más de parte de un hijo descarriado, por sus actividades oprobiosas, hacer morir avergonzados a sus padres, que se enorgullecen de haber tenido una existencia digna y honesta.