Dos escándalos de la era Clinton con el antecedente de Oliver North

La relación entre Monica Lewinsky y Bill Clinton desencadenó un proceso de impeachment en el Congreso estadounidense.

Santo Domingo.– El debate político de los Estados Unidos en los años 80 y 90 del siglo XX estuvo marcado por escándalos que revelaron fallas institucionales, luchas de poder y episodios que todavía hoy alimentan teorías, sospechas y discusiones históricas. Antes de los escándalos que golpearon la Casa Blanca de Bill Clinton, ya existía un antecedente que había sacudido al país: el caso Irán–Contras y la figura del coronel Oliver North.

¿Qué fue el caso Irán–Contras y quién fue Oliver North?

El teniente coronel Oliver Laurence North fue uno de los protagonistas del escándalo Irán–Contras (1985–1987), un episodio que mezcló secretismo, geopolítica, guerra fría y operaciones clandestinas. Funcionarios del gobierno de Ronald Reagan autorizaron la venta secreta de armas a Irán —entonces considerado enemigo de Estados Unidos— para financiar a los “Contras” en Nicaragua, violando así la Enmienda Boland, que prohibía ese apoyo militar.

North, miembro del Consejo de Seguridad Nacional, organizó y supervisó partes cruciales de la operación. Cuando estalló el escándalo, destruyó documentos e instruyó a otros funcionarios a hacer lo mismo.


Durante el proceso, su secretaria Fawn Hall se convirtió en figura clave: escondió documentos oficiales dentro de su ropa —entre sus panties y su blusa— para sacarlos del edificio y evitar su incautación. Muchos años después, Hall se casó con North, y su nombre quedó asociado para siempre a este episodio de encubrimiento.

    Aunque North fue declarado culpable de tres cargos —obstrucción de justicia, destrucción de documentos y aceptación ilegal de regalos— sus condenas fueron anuladas en apelación por motivos procesales. Sin embargo, la imagen del escándalo quedó grabada en la memoria colectiva: un gobierno dispuesto a saltarse la ley, funcionarios encubriendo operaciones secretas y una nación dividida entre quienes consideraban a North un patriota y quienes lo veían como símbolo de corrupción.

    Ese contexto de desconfianza hacia el poder ejecutivo preparó el escenario político y emocional en que se desarrollaron los escándalos de la Era Clinton.

    ¿Qué sucedió con Vincent Foster y cómo afectó al gobierno Clinton?

    La muerte de Vincent W. Foster Jr., abogado de la Casa Blanca y estrecho amigo de Bill y Hillary Clinton, ocurrió el 20 de julio de 1993. Fue encontrado en Fort Marcy Park, Virginia, con una herida de bala. Aunque múltiples investigaciones —FBI, Departamento de Justicia, Policía del Parque y el fiscal independiente Kenneth Starr— concluyeron suicidio, las dudas persistieron.

    Foster no era un funcionario cualquiera: era una de las personas más cercanas a los Clinton desde Arkansas y pieza clave en la reorganización legal de la Casa Blanca.


      Su oficina fue revisada rápidamente por personal del equipo de Hillary Clinton, y documentos relacionados con el caso Whitewater desaparecieron o fueron trasladados antes de que los investigadores llegaran. Aunque nunca se comprobó delito, la percepción pública quedó marcada por la sombra del encubrimiento.

      Medios conservadores convirtieron el caso en un símbolo de posible corrupción. Fue la primera gran tormenta política del gobierno de Bill Clinton.

      ¿Cómo impactó el escándalo Monica Lewinsky en la presidencia de Bill Clinton?

      Si el caso Foster marcó el inicio turbulento del gobierno, el escándalo de Monica Lewinsky marcó su punto culminante.

      Monica Lewinsky, una joven de 22 años, era pasante en la Casa Blanca en 1995. Su relación impropia con el presidente Clinton se desarrolló dentro del Ala Oeste y permaneció oculta hasta que Linda Tripp, funcionaria y amiga de Lewinsky, comenzó a grabar sus conversaciones en secreto. Tripp entregó las grabaciones al fiscal Kenneth Starr, quien desde 1994 investigaba el caso Whitewater buscando pruebas de perjurio y obstrucción.

      Clinton negó bajo juramento haber tenido una relación sexual con Lewinsky. El testimonio y las pruebas posteriores demostraron que la relación sí existió. La negación presidencial bajo juramento transformó el caso en un problema constitucional.

      El Informe Starr detalló evidencia contundente y llevó al Congreso a iniciar un juicio político. La Cámara de Representantes aprobó los artículos de impeachment, pero el Senado absolvió al presidente. Clinton terminó su mandato con niveles altos de aprobación, mientras Hillary Clinton emergió como figura política independiente y ganó una curul en el Senado en el año 2000.

        El caso Oliver North e Irán–Contras, el caso Foster y el caso Lewinsky muestran una transformación profunda en la política norteamericana:

        – Del secreto gubernamental y la manipulación institucional (Irán–Contras).

        – A la tragedia personal convertida en arma política (Foster).

        – A la vida privada expuesta como espectáculo global (Lewinsky).

        Los tres episodios reflejan cómo Estados Unidos entró en una etapa de hiperpolitización que anticipó la era de redes sociales, filtraciones constantes y narrativas dominadas por escándalos. Son, en esencia, capítulos de un país que ha aprendido a vivir entre la transparencia forzada y la sospecha permanente.

        Es una historia que no termina, porque cada escándalo se convierte en precedente y cada generación reinterpreta los hechos con sus propios lentes políticos e ideológicos.