Ciudad del Vaticano.– El papa Francisco lamentó que actualmente, «por desgracia», las personas «mueren porque les dejamos morir en el Mediterráneo», en referencia a los migrantes que intentan llegar a Europa en barcazas, durante la audiencia general celebrada este miércoles en la plaza de San Pedro.
Francisco dedicó la audiencia al misionero español jesuita San Francisco Javier, que viajó a varias partes de Oriente y explicó que aquella época los viajes en barco eran «muy duros y peligrosos» y «muchos murieron en el camino por naufragios o enfermedades».
Y entonces añadió: «Hoy, por desgracia, mueren porque les dejamos morir en el Mediterráneo».
En su reciente mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que la Iglesia católica celebra el 24 de septiembre, el papa pidió que «allí donde las circunstancias permitan elegir si migrar o quedarse, también habrá de garantizarse que esa decisión sea informada y ponderada, para evitar que tantos hombres, mujeres y niños sean víctimas de ilusiones peligrosas o de traficantes sin escrúpulos».
Durante la audiencia, el papa explicó que el jesuita, nacido en Navarra, es considerado «el más grande misionero de los tiempos modernos».
«Enviado a la India como Nuncio apostólico, Francisco Javier realizó una labor evangelizadora extraordinaria, catequizando a los niños, bautizando y atendiendo a los enfermos. Pero su celo apostólico lo impulsaba a ir siempre más allá de lo conocido, y así viajó a otros lugares de Asia, como las Islas Molucas y Japón, hasta morir con el deseo de anunciar el Evangelio en China», recordó el papa.
El pontífice argentino pidió que «como san Francisco Javier, seamos fieles discípulos y misioneros de su Evangelio, hasta los confines de la tierra».