La llegada de soldados a Haití busca combatir la inseguridad y violencia generada por las pandillas en el país.
Amplias expectativas y pocas esperanzas son las impresiones de diversos sectores sobre la aprobación de la nueva misión que irá a Haití para controlar las bandas en esa nación.
La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU no dice a partir de cuándo comenzará la llegada de los más de cinco mil soldados.
En el pequeño Haití en República Dominicana, los haitianos siguen su labor sin opinar lo que decidió este martes el Consejo de Seguridad de la ONU, que define el futuro de esa vecina nación.
Pero el ex cónsul haitiano Edwin Paraison espera que esta nueva misión internacional sí logre traer tranquilidad en el vecino país que vive actualmente con mucho desasosiego.
Otros entienden que esta vez sí hay voluntad de llevar una solución a ese territorio, porque es el propio Estados Unidos, quien propicia y lo patrocina, sumado a los respaldos de otras naciones.
En lo que la mayoría coincide es en que República Dominicana no puede inmiscuirse, aunque debe estar pendiente a todo lo que suceda, como plantea el presidente de la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, Ramón Bueno.
La situación de inseguridad que se vive en Haití ha obligado a sus ciudadanos a salir de ese país.