Por la justicia y equidad dieron su vida más de 75,000 personas durante la guerrilla en El Salvador, no fue para que hoy los llamados representantes del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), más de treinta años después continúen aniquilando mujeres. El llamado acuerdo de paz no incluye a las mujeres.
El sábado 19 de marzo al llegar al Aeropuerto Internacional de Comalapa, El Salvador a las 10: pm fui detenida, la máxima autoridad del departamento de migración considero que mi pasaporte estaba en malas condiciones, no apto para entrar a su país. Los encargados de la línea aérea COPA tuvieron mi pasaporte en su poder al salir de Republica Dominicana y en Panamá, nadie se percato que andaba con un documento “alterado” como alegaron las autoridades de migración.
Con la impotencia de una indocumentada, ya que retuvieron mi pasaporte, implore al sentido común, mi pasaporte tiene constancia de haber estado con anterioridad en El Salvador, además de tener el visado para Estados Unidos. Ante mis delicadas y sumisas suplicas, porque no podía revelarme, el jefe de migración respondió: “Usted queda detenida en el aeropuerto, sale hacia Panamá en el primer vuelo del día siguiente”. Con dos custodios armados a mi lado y la inmensa foto del presidente Funes de frente pase toda la noche sentada en una butaca. Cuantos pensamientos pasaron por mi cabeza. El miedo y la inseguridad se asomaban, me chequearon en múltiples ocasiones y repetían sólo tenía el pasaporte en malas condiciones.
Vengo a una reunión de mujeres para defender los derechos humanos, les respondía a sus múltiples interrogatorios. Les parecía una ofensa defender los derechos de las mujeres. Dentro de mis partencias el libro “La menstruación” desmontando el último tabú femenino, les llamo la atención, lo revisaron como si buscaran sangre, como si sus madres no menstruaran.
Triste por haber perdido el concierto de Silvio Rodríguez, justo antes de tomar el vuelo de regreso el mismo jefe de migración autoriza mi entrada, mis huéspedes se habían encargado de lograr el permiso.
Lo que no han logrado las mujeres salvadoreñas es conservar la libertad luego de sufrir una pérdida de embarazo, compartí con más de veinte mujeres encarceladas supuestamente por abortar, condenadas a treinta años de prisión, muchas llevan más de siete años encarceladas. Recordaba el rostro del Presidente Funes al escuchar los viacrucis de las presas, en la cara de ellas se escribía la injusticia, la opresión de la mujer. En El Salvador la condición de la mujer es Funes ta a pesar de la visita del Premio Nobel de la Paz.