Cholo Brenes.
Cuando el papa les habla a sus fieles y eclesiásticos está dirigiendo una encíclica. Las encíclicas no tienen que ver con la cantidad de palabras que se dicen, sino con el fin del mensaje de la máxima autoridad de la iglesia después de Dios.
No se equivocó mucha gente cuando dijo que Francisco venía a implementar un papado distinto. El llamado a la comunidad cristiana ha hecho temblar muchos templos en el mundo, cuando dice que en el cristianismo hay muchos arribistas, ladrones, abusadores del pueblo pobre.
Francisco es latino y como tal siente la realidad del continente y del mundo.
No sé qué pensaran algunas de las altas instancias de la iglesia de nuestro país, sea esta católica, separada o independiente. Es un mensaje a todos nosotros; a la juventud, a los gobernantes y a todos los fieles que pronuncian el nombre de Jesús.
Volvió y entró al templo como lo hizo Jesús ayer a sacar los Fariseos, a los mercaderes que estaban profanando lo que es de Dios.
Y concluye diciendo que el único camino para la salvación es Jesús. El que quiera entender que entienda, tenga sotana o no.
Todos sabemos cómo viven, como disfrutan de las mieles del poder que otros consiguen. Apoyadores de la corrupción, del latrocinio y la venta de la patria. Usted que me lee sabe muy bien sus nombres, sabe bien los báculos, las mitras, la cruz pectoral y el anillo pastoral que usan.
Aquellos que pertenecen al nuevo sanedrín que solamente buscan su propia gloria y le roban la gloria al que dio la vida por ellos. Que valiéndose de conocimientos teológicos, universitarios mantienen intocables a los que detentan el poder.
Francisco habló claro para todos y lo está diciendo tal como lo dijo el jefe de la empresa a la cual trabaja hace 2013 años: “El que tenga oídos para oír que oiga”.
Chávez nos demostró a todos que estaba más cerca de la mano de Dios que los príncipes de muchas iglesias como la nuestra.
