Redacción.- Hacer algunas sentadillas durante las pausas comerciales o entre los videos de YouTube puede ayudar a mantener la mente aguda, sugiere un estudio reciente.
Los jóvenes voluntarios que hicieron series cortas de sentadillas de vez en cuando mientras se relajaban se desempeñaron mejor en los juegos mentales que cuando simplemente permanecían sentados durante horas, informan los investigadores.
Lapsos breves de ejercicio podrían ayudar a los cerebros de las personas que pasan largos periodos en el sofá o detrás de un escritorio, concluyó el estudio.
“Nuestra intervención de media sentadilla puede ser utilizada por personas que buscan romper su hábito sedentario en un esfuerzo por preservar la cognición en ciertas circunstancias, como en el sitio de trabajo”, escribieron los investigadores. Para el estudio, un grupo de voluntarios adultos jóvenes participó en dos escenarios: sentados sin interrupción durante tres horas; o sentarse durante tres horas pero realizar un minuto de medias sentadillas cada 20 minutos.
En ambos ámbitos, los investigadores midieron la presión arterial de los voluntarios, el flujo sanguíneo a través de la arteria carótida (que representa el 75 por ciento del flujo sanguíneo total al cerebro) y la frecuencia cardiaca después de 10 minutos, una hora, dos horas y tres horas.
Al final de cada prueba, los voluntarios completaron tres pruebas de pensamiento. En una prueba, se pidió a los participantes que identificaran rápidamente si una palabra que se les mostraba (“rojo”, “azul”, “amarillo”, “verde” o “negro”) estaba impresa en el mismo color de tinta descrito por la palabra escrita.
Cuando hicieron ejercicio, los voluntarios respondieron más rápidamente tanto a las palabras que no coincidían con el color como a las combinaciones de palabras y colores coincidentes, informan los investigadores.
Realizar sentadillas también ayudó a los voluntarios a completar una prueba de creación de senderos más rápidamente. Además, cuando se estaba completamente sedentario durante tres horas, se observaron mayores aumentos en la fatiga mental y disminuciones más significativas en la concentración.
Las mediciones mostraron que el flujo sanguíneo al cerebro disminuyó en aproximadamente un 4% cuando los voluntarios eran sedentarios, mientras que cuando hacían ejercicio tenían un ligero aumento en el flujo sanguíneo al cerebro. El nuevo estudio aparece en una edición reciente de la revista Journal of Applied Physiology.