Expertos señalan que la impunidad y negligencia contribuyen a la persistencia de la violencia armada.
Santo Domingo.– La muerte del pequeño Josua Rodney es una tragedia insoportable que evidencia una irresponsabilidad social y criminal inadmisible.
Que individuos armados disparen indiscriminadamente en una calle donde viven familias demuestra un desprecio total por la vida.
No basta con lamentar el hecho: urge que las autoridades actúen con firmeza y que la comunidad exija un entorno seguro.
Ningún niño debería perder su futuro por la negligencia y violencia de quienes creen tener derecho a sembrar terror.