El feminicidio de Yesi en Monte Plata impulsa debate sobre violencia machista y controles estatales.
Santo Domingo.– El feminicidio de Yesi en Monte Plata vuelve a recordarnos la urgencia de enfrentar la violencia machista con acciones firmes y efectivas.
Resulta especialmente indignante que el presunto agresor sea un cabo de la Policía, institución llamada a proteger, no a destruir vidas.
Yesi no solo era una joven con futuro, sino una líder comunitaria comprometida con el bienestar de su gente.
Su muerte es una pérdida profunda y un llamado a reforzar los controles internos, la prevención y la respuesta del Estado.
No podemos seguir normalizando estas tragedias.
La justicia debe actuar con rapidez y determinación para honrar su memoria.