x

Mi regalo

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Este es mi primer escrito de este año 2011, y quiero felicitar a todos mis asiduos lectores, y desearles un feliz año el cual acabamos de comenzar, y que el mismo venga, muy lleno de paz, salud y amor.

Viajaba yo a más o menos 35,000 pies de altura hacia Europa, y para ser más especifico hacia Madrid, España, cuando me puse a pensar que era la primera vez en mucho tiempo que no esperaba la venida del nuevo año en mi querida República Dominicana, esto me provocó un poco de nostalgia, pues iba a estar separado de mi comunidad parroquial, y de todo ese entorno que con el pasar de los años ya me había acostumbrado a el mismo, pero como me encontraba acompañado de mi familia estaba seguro que la iba a pasar bien y feliz, además era mi primera experiencia de este tipo y me sentía un tanto contento.

En medio de mi tristeza me consolaba el saber que iba a pasar el día de Reyes en Santo Domingo, eso me hacia feliz y me llenaba de alegría, pues verdaderamente no me había portado tan mal este año que estaba terminando y me sentía casi seguro que no iba a tener que esperar a la vieja Belén sino que los Reyes Magos por mi comportamiento se recordarían de mi.

Pensé, los Reyes Magos le llevaron al Niño Jesús recién nacido oro, incienso y mirra, pero estoy seguro que a mí no me van a traer nada de eso, ¿Qué me traerán?, dije para mí adentro, cualquier cosa que me traigan es bien recibida. Pero pensé un poco más y dije; si yo fuese Melchor, Gaspar o Baltasar, hoy 2011, ¿Qué le regalaría al niño? El oro, es incosteable pues es sumamente caro, incienso, no tengo, tampoco tengo mirra. Ahora bien, tengo algo que es más preciado que cualquiera de esas tres cosas, y ese es mi corazón. Pues es el que me mantiene vivo, y además es una de las pocas cosas de las cuales soy poseedor y dueño absoluto, y no hay a mi parecer nada más hermoso que regalarle al niño Dios recién nacido, un corazón limpio y puro, y estoy seguro que eso le gustaría  mucho, y El lo recibiría con muchísimo agrado.

Pensándolo bien, eso es lo que le voy a regalar, le entregare mi corazón, pues  en un final nada mas poseo, ya que soy una persona pobre, pero con un gran deseo interior de cambio, deseo de ser un poco mejor, y estoy seguro que no hay forma de agradar mas al niño Jesús que entregándole mi pobre corazón como regalo en el día de Reyes.

Si queremos hacerle a Él un buen regalo, demos parte de nosotros mismos, entreguémosle como regalo nuestro propio corazón, y así lo haremos a El feliz, y seremos felices nosotros también.

Termino con este pedazo del Evangelio que es tomado de San Mateo, Capitulo 2, Versículo 11, y dice así: ¨Los magos al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra¨.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

Comenta con facebook