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Batalla Electoral 2024

No te vayas sin decirme dónde vas

En otras ocasiones pude arrebatársela a la muerte y ganarme una mirada, una sonrisa, su bendición.  Aprovechando mi esparcimiento en el congreso de jazz del Centro León  mi madre falleció el pasado sábado 16 de abril. Hoy tomo mi trinchera para compartir su partida.

Guarina Elena Quiñones Ramos me dejo una gran herencia, su paso por este plano de las formas. Mujer extraordinaria, desde el cristianismo práctico nos lego el poder de la palabra, “hace daño lo que sale de tí, no lo que entra” decía.  El silencio fue su arma. Sabía administrar la voz,  sus ojos  hablaban por ella.

Para el atentado del 11 de septiembre terminaba mis estudios en México, pensaba que se estaba acabando el mundo, asustada  llame a casa, con voz enérgica  reclamo: “te he enseñado a confiar, no ha temer, no puedo creer que no hayas aprendido”. “Cuenta bendiciones”, “debes ver el Cristo en todos y todas” repetía.  Siempre considere  que tenía vínculos íntimos con el Misterio Divino, su fe y fortaleza eran inquebrantables.

Vivió la primera  mitad de su vida entre la dictadura de Trujillo y los doce años de Balaguer, el miedo a las autoridades fue una constante; miedo que nos paso como dice Serrat, en la leche templada y en cada canción.   A pesar de su temor hace unos meses me expresó “por qué no escribes sobre la matanza de jóvenes en las calles, la policía está matando más que en la época de Balaguer”.  En ese momento reafirme nuestra sintonía.

No tenía permiso para contradecir los poderes fácticos.  En total desacuerdo con mi participación por la  despenalización del aborto terapéutico, asistió en su silla de ruedas a la puesta en circulación de mi libro en defensa de la vida de las mujeres “Las hijas de nadie”. Me acompaño siempre, aun sin estar de acuerdo. Siempre me hizo sentir amada.

Hablar de mami es hablar de una mujer batalladora, sincera, persistente, hermosa, sí mi madre era extraordinariamente hermosa. Su trabajo está hecho, me toca reverenciarla con amor, respeto y dignidad

Gracias a todas y todos los que me han acompañado en su despedida,  con ustedes el adiós se ha convertido en un evento de amor, de paz.  Su novenario será el próximo miércoles 27 de abril en la Iglesia Divino Niño de las Praderas a las 7 pm.

En ocasiones cuando tenía un reto me ratificaba: “mira al fondo del salón, ahí estaré yo mirándote, todo va a salir bien”.  Mami espero que la vida sin ti, salga bien.

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