x
Batalla Electoral 2024

“No tengo Nada”

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Hay en mi país natal un refrán que por cierto creo que es muy español que dice: “Al que Dios se lo dio, San Pedro se lo bendiga”.

Créanme que yo no soy comunista, pues esa fue una de las razones que me hizo irme de mi país natal, pero tampoco creo en que unos deben de tener mucho y otros nada que comer. Creo que el que tiene mucho y le sobra debe compartir un poco de lo que tiene con los demás, pues eso no es ser justo.

No creo en que hay que mantener vagos, ni criar parásitos que están dependiendo de los demás, siempre he dicho que al ser humano tu no le puedes dar un pescado todos los días porque se acostumbra a ese pescado diario, pero si enséñale donde está el rio o el mar, darle una caña de pescar, anzuelos, carnada y dile que la tire y podrá sacar el pescado para su sustento diario.

Yo soy Coronel Voluntario de los Bomberos de San Luis en Santo Domingo Este, voy los días Sábado de 7.00 A.M. a 2.00 P.M. para hacer mi Guardia Voluntaria, el pasado Sábado nos llamo por el radio el sistema 9-1-1, a un F-4, un transformador de un poste de la luz eléctrica que había agarrado fuego y se estaba quemando. Nosotros no podíamos hacer nada porque eso pertenece a la Compañía de Electricidad, pero allí nos mantuvimos hasta que desconectaron la electricidad, y el fuego se extinguió, en eso transcurrieron más de dos horas.

Mientras yo estaba allí me puse a observar las casas que eran de una condición precaria, el carro de bomberos lo dejamos a mas o menos media cuadra porque no podía entrar hasta donde estaba el transformador incendiado, pues no existía carretera pavimentada,  solo un callejón de tierra. Pero bueno eso no fue lo principal, fije mi atención en una casa que estaba comida por la polilla la pared en su lado derecho donde tenían la cocina, se podía ver para adentro total, la casa estaba cayéndose, es decir inclinada hacia el lado izquierdo, las puertas de la entrada y un baño que tenia estaban inclinadas cayéndose, tenía unas seis pulgadas y al otros extremo de la puerta estaba como a una pulgada, ese es motivo de que la casa al estar inclinada hacia un lado las puertas se van inclinando.

En el otro costado tenía una ventana que estaba clausurada con un zinc. Cocinaban en el patio, un caldero negro del humo, pues cocinaban con leña. En la tierra sentado en una silla vieja, un señor mayor de unos 80 años, sin dientes en la parte delantera jugando con unos niños que me pareció que eran sus nietos por la forma en que jugaban con él.

Créanme que como decimos: “Eso me movió los muebles”, no podía yo pensar que una familia viviera en tal pobreza. Y comentando con un sargento de los bomberos que estaba a mí lado me dijo: Coronel es que este barrio es muy pobre. Yo lo comprendí y me puse a pensar: “Mientras unos mueren de indigestión, otros mueren de hambre”.

Y fue en ese momento que le di gracias a Dios por todo lo que tengo y que muchas veces ni me lo merezco.

Mis queridos amigos, pidámosle a Dios que nos enseñe a dar un poquito de lo que tenemos, y que a veces ni necesitamos a los que verdaderamente lo necesitan. Como decía esa gran Santa que es la Madre Teresa de Calcuta: “Dar hasta que nos duela”.

Termino con él con el Capitulo 2 de la Carta de Santiago, Versículo 14 al 17, que dice: “Hermanos míos. ¿De qué le sirve a uno decir que tiene fe, si sus hechos no lo demuestran? ¿Podrá acaso salvarlo esa fe? Supongamos que a un hermano o una hermana le falta la ropa y la comida necesaria para el día, si alguno de ustedes les dice: Que les vaya bien, abríguense y coman todo lo que quieran, pero no les da lo que su cuerpo necesita, ¿de qué les sirve? Así pasa con la fe, por sí sola, es decir si no se demuestra con hechos, es una cosa muerta”.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

Comenta con facebook