Santo Domingo.- Al cumplirse ocho días de la búsqueda del supuesto narcotraficante, Kiko la Quema en Cambita Garabitos, el patrullaje no es tan notorio en el pueblo.
Los familiares del prófugo, aseguraron que no tienen nada que ver con la situación y claman a las autoridades que al realizar la búsqueda le permitan seguir realizando sus labores cotidianas.
En medio de denuncias por entradas forzadas a viviendas y a propiedades han transcurrido los días en esta comunidad, tras una intensa búsqueda de José Antonio Figuereo Bautista, quien es acusado de varios delitos.
Santo Figuereo, hermano mayor del prófugo aseguró, que hace aproximadamente seis meses, no tiene ningún tipo de contacto con el nombrado la Quema, el hombre asegura que teme por su vida, ya que tiene un conuco en la zona montañosa donde se realiza la búsqueda y varía veces ha sido interceptado por la policía.
Igual situación denuncia la hermana, Cesarína Figuereo Bautista, quien fue detenida por varios días y exige que la dejen trabajar.
Algunos propietarios de parcelas donde los agentes realizan la búsqueda en la zona montañosa de Cambita, explican que no pueden acceder a sus cultivos por temor.
Pese a que han tenido días de angustias, con las balaceras registradas en la zona, comunitarios aseguran que la zona ha estado tranquila, según familiares de Kiko, no creen que él se encuentre en la zona de San Cristóbal debido a la tensión que se vive allí.
Durante la semana, algunas personas se han entregado a las autoridades, ya que las mismas aparecían como miembros de la presunta red que lidera el nombrado Kiko la Quema.
Actualmente el patrullaje es menos notorio en el pueblo, sin embargo, fuentes confirman a Noticias SIN, que la metodología de búsqueda ha variado, pero que continúan con el mismo objetivo.
Los locales, tratan de retornar a la normalidad dentro de la situación, pero aún la docencia sigue paralizada y los comerciantes y Motoconchos realizan sus labores.
«Kiko la Quema» es buscado, por mediante múltiples órdenes judiciales de arresto por robos, microtráfico, cobros compulsivos, extorsión, tráfico de armas, invasión de terrenos y lavado de activos, según un informe policial.