Cada mañana cuando me despierto, parecería que los comunicadores y periodistas la mayoría tienen más intención de comunicar solamente los aspectos negativos de las decisiones que se toman en la política, los negocios y en las decisiones que se toman a nivel internacional. Su forma de atraer a las personas a interesarse en documentarse sobre temas de actualidad no solo es la errada, sinó que son expuestos de una forma que no les resulta fácil de entender. Eso es suponiendo que el contenido que se esté tratando verdaderamente sea real, porque en muchos países latinoamericanos se da el caso de que lo que publican muchos es morbo para aumentar los ratings o falso, por complacer al político de turno.
Si queremos atraer a la juventud a que esté mejor documentada sobre temas de actualidad, de cultura, de economía, debemos hacer que estos temas puedan ser ofrecidos a la población de una manera más fácil de abordar para ellos, por ejemplo haciendo actividades, charlas y capacitaciones en museos, colegios y espacios no para que se inclinen a la política, sinó a ser más productivos y ser ciudadanos que puedan contribuir al desarrollo de nuestras sociedades, conociendo tanto las herramientas como limitaciones que le provee nuestro sistema, el internet y los medios de comunicación para poder contribuir a una mejor sociedad.
Hoy en día el acceso a la información y la capacidad de generar contenido son ilimitados, sin embargo el ejemplo que ponen comunicadores que se venden a los partidos políticos, a la corrupción y que comprometen su ética hacen que los jóvenes copien ese mal ejemplo o que se acerquen a la opinión pública solo para ser parte del circo y del morbo. Ojalá que surjan nuevos líderes dispuestos a asumir los retos y la resistencia que presentan para los individuos la comunicación ética, en donde el éxito se alcance poniendo un granito de arena a la vez, no robando diez millones para tener una playa de la noche a la mañana.
Recomendación de la semana: Leer “En la Quietud de su Presencia” de Nancy Leigh De Moss
Noticias SIN. (2018, 18 Mayo). Responsabilidad en la Comunicación