Victor Bautista.
Para quienes ofrecemos servicios de comunicación estratégica y de crisis, la directora de Pro Consumidor, Altagracia Paulino, una periodista formada en las lides más nobles de la profesión (el reporterismo), constituye un caso de estudio que, por supuesto, ha de interesar también a las empresas o corporaciones.
En primera instancia tengo que admitir que en un país con instituciones débiles, en el cual los consumidores de bienes y servicios han estado históricamente desamparados, el activismo de Paulino puede ser el inicio de un cambio hacia mejores práctica en la relación proveedor-consumidor, un mercado menos salvaje y más enfocado a quien lo hace posible: la gente.
A la funcionaria no se le pueden regatear valentía y arrojo (poco común en quienes rinden culto a los cargos públicos y los convierten en los dioses paganos de su propia corrupción), pero le falta reenfoque en el manejo de las formas que, al final, inciden en el fondo de sus posturas y las inclinan hacia el desastre.
La crisis de comunicación ha sido sello de la gestión de Paulino frente a leyes que no le competen y a agentes económicos que parecen más sus adversarios que sus regulados. Le hace falta un protocolo que no sea el de la alharaca.
No es razonable exigir ciertos comportamientos al sistema financiero afectando a su vez el mayor activo con que cuenta: la confianza del público. Tampoco lo es desplomar las exportaciones de embutidos o la demanda de pollos a partir de intervenciones públicas carentes de especificidad y con ribetes sensacionales, de esos que enardecen a las masas, provocan aplausos, pero a la vez pérdidas de empleos.
En fin, estamos ante un ejercicio de comunicación pública mal administrada con una tendencia predominante hacia el combate frontal, el desafío, el conflicto, la revancha y una presencia desbordada en medios de comunicación, que genera más titulares que acciones concretas en favor de los consumidores. Sospecho que hay muchas empresas y sectores preparando sus salvatajes de reputación para cuando Paulino, que es Pro Consumidor como Luis XIV era el Estado, los enfrente.
Víctor Bautista
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