Ho Chi Minh (Vietnam).- Las autoridades de Vietnam evacuaron este martes a unas 400 mil personas y ordenaron el cierre de diez aeropuertos ante la inminente llegada del tifón Noru, que tras causar ocho muertos en Filipinas se acerca a las costas del centro del país con vientos de hasta 183 kilómetros por hora, según el servicio meteorológico vietnamita.
Las evacuaciones se han producido en las provincias de Thua Thien-Hue, Da Nang, Quang Nam, Quan Ngai y Binh Dinh, donde ya comienzan a sentirse los efectos de la tormenta, para la que las autoridades elevaron la alerta al nivel 4 sobre 5 (riesgo extremo), según la Agencia Vietnamita de Noticias.
Noru, una de las tormentas más fuertes en golpear Vietnam en los últimos 20 años, provocó la cancelación de miles de vuelos tras el cierre de diez aeropuertos de la zona central del país por precaución al menos hasta el miércoles al mediodía.
Uno de los aeropuertos cerrados es el de Danang, la tercera ciudad más importante del país y la más expuesta a este tifón, que tocará suelo vietnamita en las próximas horas y que ya ha causado fuertes lluvias y olas de hasta cinco metros de altura.
El Ejército ha puesto en alerta a 270 mil efectivos ante la orden dada por el primer ministro, Pham Minh Chinh, a las autoridades de todo el país para evitar pérdidas humanas por la tormenta.
El periódico «VnExpress» indicó que los fuertes vientos y las lluvias ya comienzan a hacer estragos y destruyeron algunas viviendas, pese a que el ojo de la tormenta se encuentra a unos 200 kilómetros de la costa.
Las imágenes difundidas por los medios muestran a los vecinos reforzando los enclenques tejados de sus casas con bloques de madera o barreños para evitar que sean llevados por el viento.
El servicio meteorológico vietnamita prevé que la tormenta entre en el país por las costas cercanas a Danang durante la próxima noche y se vaya debilitando en su marcha hacia el oeste, donde puede causar daños en Camboya y Laos.
Noru será el cuarto tifón en golpear a Vietnam este año y el más fuerte hasta el momento, con una fuerza que no se veía desde el tifón Xangsane, que en 2006 mató a 25 personas, destrozó miles de viviendas y provocó pérdidas millonarias.
