Leonel Fernández sabe que el 4% del PIB para la educación está consagrado por ley y que no incluirlo en el presupuesto es situarse en la ilegalidad.
Sabe que la conciencia de esa violación pasó de ser percibida y reivindicada por una minoría hasta convertirse en un fenómeno nacional, sumamente popular, por lo que la resistencia a esa demanda tiene un alto costo político.
Leonel sabe que el problema no es de carencia de fondos, sino de distribución y valoración de las prioridades en las asignaciones presupuestarias.
Conoce la importancia que tiene para la educación y lo que podría hacerse con ese aumento en cuanto a superación de analfabetismo, educación pre-escolar, formación de maestros y reforma curricular; construcción, reparación y mantenimiento de aulas; reversión de la deserción escolar y mejoramiento de la enseñanza primera, media y superior.
Sabe, además, que cuantiosas sumas están asignadas a renglones menos importantes, no prioritarios e incluso suntuarios; que grandes partidas han sido asignadas a gastos superfluos, privilegios escandalosos, fuentes de corrupción, soborno, clientelismo y tráfico de influencias.
A él en persona le han presentado propuestas específicas y viables acerca de como se podría obtener la suma necesaria para llegar de inmediato al 4% del PBI en el presupuesto de educación.
Leonel Fernández ni es tonto, ni ignorante; aunque parecería que de un momento a otro se puso bruto y se abrazó a un empecinamiento torpe y sin sentido, dispuesto a desoír un clamor sobre un reclamo que se puede y se debe satisfacer.
A violar su propia ley.
A atropellar la Constitución en los procedimientos para impedir que esa disposición legal se cumpla.
A ofender la inteligencia de la sociedad.
A contradecir su propio discurso.
A afectar, más aun, su propia imagen.
· ¿QUE LE ESTÁ PASANDO AL TIPO?
¿Por qué Leonel actúa de esa manera?
¿Por qué decidió nadar contra viento y marea?
En verdad él está haciendo lo indecible para continuar en la presidencia de la república, no sobre la base de un buen gobierno y de una popularidad bien ganada (algo imposible de lograr a estas alturas después de decidirse por un gobierno corrupto y corruptor, asociado a los peores intereses), sino a papeletazo, clientelazo y soborno sucios.
Imposibilitado a cambiar conducta por años de compromisos espurios, alianzas mafiosas e intereses dominantes, Leonel entiende que el camino de su perpetuación en el poder es parecido al escogido por Balaguer. Considera que es tarde para rectificar y que la vía sucia es la más rentable para él.
Está defendiendo con garras los dineros que se van a robar, parte de los recursos que piensa emplear en un clientelismo sin parangón en la historia. Está aferrado a las partidas multimillonarias para la publicidad y para la campaña reeleccionista.
Él sabe lo que le ha costado (con el dinero de los /as contribuyentes) imponer la Constitución actual, asaltar el Senado y lograr la mayoría en la Cámara de Diputados para de ahí controlar el Consejo de la Magistratura, la Cámara de Cuentas, la JCE, el Tribunal Supremo electoral, el Tribunal Constitucional y gran parte del sistema electoral y judicial.
El conoce lo que le ha servido todo eso para rodearse de armadura de acero y meter en una camisa de fuerza- cruzada por un sistema de corrupción de Estado bajo su mando- todas esas instituciones estatales.
Calcula con frialdad lo que le va a costar mantener el control de todas esas instituciones, más la manipulación del poder militar-policial y las facilidades onerosas a concederle a la oligarquía y al capital transnacional.
Conoce lo que le ha costado y lo que le va a costar sostenerlo. Tiene esos numeritos y sabe que para materializar sus ambiciones necesita continuar por esa ruta, porque sabe lo que podría reportarle todo esto para su impunidad y la de los suyos, y su tremenda utilidad dentro de una competencia clientelar, tramposa y basada en recursos de Estado.
Pero hay más, porque Leonel no se conforma con lo logrado cuando ya la Presidencia entra en disputa electoral cara al 2012-20016
Todo indica que aun así, con todo ese poder «institucional», no se siente con toda la garantía necesaria para su impunidad y la de los suyos y teme que se le debilite el control absoluto de esas instituciones sobornadas si acaso decide replegarse durante el próximo cuatrienio; por lo que procura crear las condiciones para seguir montado en el súper poderoso poder ejecutivo.
Parece decidido a hacer lo indecible para permanecer en la «silla de alfileres» mas allá del 2012. Y sabe lo que eso cuesta y acarrea.
Por eso está inmerso en una costosa campaña indirecta por la re-postulación, que precisa vencer obstáculos legales y políticos internos, lo que cuesta muchísimo dinero en el contexto de una competencia política comercializada y pervertida.
Luego le espera- si logra vencer en esa jornada sucia – la campaña reeleccionista, todavía mas delicada y costosa.
Entramos casi ya a un año electoral y eso explica el por qué un presidente reeleccionista -«poseso» de su supuesta grandeza, obnubilado por la pasión caudillezca, operando como monarca modernizado rodeado de cortesanos lambones y sujetos a nuevos expedientes judiciales- actúa de esa manera, sin contemplaciones de costos políticos colaterales.
Y si de la calaña de su proceder y de sus cortesanos se dudara, examinen bien la composición del llamado «Comité de los 21» truhanes que conducen su campaña, encabezado por el inefable Félix Bautista.
Está claro que ese intento de repostulación-releección va y va con fuerza y sin el menor escrúpulo y lo demás hay que adicionarlo; amén del interés esencial de mantener al pueblo en la ignorancia para manipularlo con más facilidad.
· EL AUTOGOLPE YA SE DIO Y LA DICTADURA ENCUBIERTA ESTÁ EN MARCHA
A quienes hablan de «autogolpe a la democracia» y a favor de la «dictadura encubierta», hay que aclararle que ni ahora ni antes hemos disfrutado de democracia, aunque sí de ciertos espacios de libertades y re-juegos institucionales manipulados.
Hablemos de seudo-democracia, o a lo sumo de democracia restringida y secuestrada por minorías, y precisemos que a esa «democracia» en gran medida ya se le dio el auto-golpe, convirtiéndola en un proyecto dictadura disfrazada, con un solo déficit temporal para el interés de Leonel.
Ese déficit se vincula a lo de garantizar que el Poder Ejecutivo venidero sea igual al actual; esto -repito- desde el punto de vista del poder personal de Leonel Fernández, también ambicionado por Hipólito y por Miguel; ambos con la desventaja de no tener control de los poderes del Estado que ya están en manos del caudillo peledeísta.
· SE IMPONE ACORRALAR LA DICTADURA DISFRAZADA
Visto este contexto, es evidente que lo que pueda resultar del 2012 -si previamente no se acorrala esa dictadura, se resquebrajan esas instituciones podridas y se modifica la correlación de fuerza a favor del pueblo movilizado- será algo altamente perjudicial para el país.
Y la verdad es que ni esa dictadura, ni esas instituciones, mucho menos la partidocracia y la lumpen oligarquía que las sustentan, pueden ser debilitadas o agrietadas desde dentro o a través de un simple electoralismo.
Se precisa de una avalancha popular-nacional desde fuera y desde abajo, de una cadena de desobediencias civiles, de movilizaciones e iniciativas creadoras; apuntando a conformar contra-poder para crear un nuevo poder capaz de sustentar una democracia integral: una nueva institucionalidad conformada por un proceso constituyente participativo.