El partido busca renovar su liderazgo y recuperar credibilidad ante un electorado más crítico.
Santo Domingo.– Fui desde muy joven amigo de Juan Bosch y simpatizante de su partido original, el PRD.
Estuve presente en los salones de Fiesta De Luxe el día del acto de fundación del PLD, el 15 de diciembre de 1973, momento histórico que marcó el inicio de una nueva etapa en la política dominicana.
Pretender que desaparezca el PLD es casi querer que desaparezca Juan Bosch de la historia dominicana y de la memoria del pueblo dominicano.
Su origen, su trayectoria y su influencia marcaron no solo a generaciones de dirigentes, sino también al sistema político que surgió después del colapso de la era de Trujillo.
Fundación y Legado: El PLD como Proyecto Moral e Intelectual
El Partido de la Liberación Dominicana nació el 15 de diciembre de 1973, fundado por Juan Bosch tras su ruptura con el PRD. Fue concebido como un partido de formación política, disciplina interna y elevación ética, inspirado en la pedagogía social de Bosch.
Durante décadas se definió como un “partido de cuadros”, con énfasis en el estudio, la moral pública y la transformación del Estado a través del conocimiento.
De Partido de Cuadros a Máquina Electoral
Con la llegada de Leonel Fernández al poder en 1996, el PLD experimentó una transición histórica: pasó de ser una organización doctrinaria a convertirse en una maquinaria electoral eficiente y moderna. Entre 1996 y 2020 gobernó 20 de los 24 años del período, ejerciendo una influencia sin precedentes desde los tiempos de Balaguer.
En ese ciclo impulsó:
- Crecimiento económico continuo.
- Modernización tecnológica e institucional.
- Expansión de la educación superior, la conectividad y la administración pública.
La Ruptura: Leonel Fernández vs. Danilo Medina
El punto de inflexión llegó en 2019. La confrontación entre Leonel Fernández y Danilo Medina fracturó de forma irreversible la organización.
La división produjo:
- La salida de Fernández.
- La creación de la Fuerza del Pueblo (FP).
- El debilitamiento del PLD como fuerza dominante.
- La derrota electoral de 2020 y el colapso de estructuras internas.
Desde entonces, el PLD compite por un mismo espacio ideológico con la FP y enfrenta un electorado más joven, más crítico y menos partidista.
El PLD Hoy: Entre el Pasado y el Futuro
Pero enfrenta retos profundos:
- Recuperar credibilidad moral.
- Definir su identidad en un escenario político tripolar: PRM–FP–PLD.
- Renovar liderazgos que trasciendan las pugnas danilismo–leonelismo.
- Reconectar con las clases medias, los jóvenes y el voto urbano.
El PLD pasó de ser el partido más disciplinado, estudiado y moralizante de la República Dominicana a convertirse en una maquinaria electoral dominante y, finalmente, en un partido en disputa interna y necesidad urgente de reinvención.
Pero su existencia sigue siendo un pilar de la historia política dominicana.
Borrar al PLD sería intentar borrar la huella de Juan Bosch, algo imposible para cualquier generación que conozca el origen de la democracia moderna dominicana.