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En el presupuesto del 2010 se puso una cifra, en pesos dominicanos, equivalente a US$380 millones para subsidiar la electricidad. Era una cifra irrealmente baja, como lo admitió desde un principio la propia CDEEE. También lo sabía el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero la incluyó como parte de sus proyecciones en la carta de intención. Como era de esperarse, tan pronto pasaron las elecciones congresuales, el gobierno propuso una reforma tributaria que generase los fondos requeridos con qué seguir financiando a la CDEEE, ya que el subsidio ascendía a US$600 millones, no los US$380 millones presupuestados y eso a pesar de los grandes esfuerzos de Celso Marranzini de reducir el robo, las pérdidas técnicas y eliminando el programa PRA, por medio del cual nadie que residiese en un barrio pobre pagaba electricidad, aun se tratase de la fábrica de un rico.

En el presupuesto del actual año 2011 se puso la cifra de US$350 millones como subsidio, cifra inferior a la del 2010, pues en la carta de intención de diciembre del 2010 el gobierno se había comprometido a subir la electricidad en un 11%, lo que hizo. También se comprometió a adoptar una tarifa eléctrica flexible, que reflejase cambios en los costos. Eso no lo hizo y el déficit estimado de la CDEEE de este año es de unos US$700 millones, es decir, el doble de la cifra presupuestada para el año.

Hace pocas semanas nuestro Congreso aprobó, probablemente violando la Constitución por no haberse logrado las dos terceras partes de los votos, un presupuesto para el 2012 donde la partida para el subsidio de la CDEEE se redujo a US$265 millones, la cifra más baja en tres años, a pesar de que en el año actual el subsidio sumará US$700 millones. Eso significa que los US$265 millones en el presupuesto se habrán gastado todos para mayo, es decir para la fecha de las elecciones presidenciales. El nuevo gobierno tendrá, pues, que buscar fondos adicionales. ¿De dónde saldrán?

No es previsible que durante los meses de la campaña electoral se suba de nuevo la tarifa eléctrica, aunque eso está contemplado en la carta de intención con el FMI. Consecuentemente, con el petróleo rondando hoy día los US$90 el barril, había que buscar por lo menos unos US$400 millones adicionales. Si  ganan Danilo Medina y el PLD, como controlarían el Congreso, podrían hacer una nueva reforma tributaria.  También podría emitir más bonos soberanos, o endeudarse más localmente. Si ganan Hipólito Mejía y el PRD no podrían hacer ninguna de esas tres cosas, por no controlar el Congreso, a no ser que negocien con el PLD el no sometimiento a la justicia a los que han robado, a cambio de la plata para cubrir el déficit. Alternativamente, Hipólito Mejía y Danilo Medina podrían aumentar la tarifa eléctrica, pues eso no requiere sanción congresual.

Por tres años consecutivos, para fines de poder cuadrar las cifras y prometerle al FMI que reducirá el déficit global, el gobierno ha subestimado desvergonzadamente el déficit de la CDEEE. Esto lo sabe el FMI y lo ha consentido, y, además, ahora está claro que hasta mayo  no se va a aumentar la tarifa. Las primeras cartas de intención decían que para el 2011 y el 2012 habría superávits presupuestales. El gobierno no los ha logrado y el FMI ahora apenas pide una reducción del déficit, es decir, menos endeudamiento que antes.

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