Precisamos de mujeres y hombres no contaminados

Se enfatiza la importancia de superar la indiferencia para promover un cambio que humanice y dignifique la vida pública dominicana.

Santo Domingo.– 1.- Decidirse por mirar con atención a la sociedad dominicana en su conjunto es comprobar la profunda desigualdad que en ella existe.

Compromiso social y responsabilidad ciudadana

2.- Desentenderse, no tomar en cuenta la vida material y espiritual de la mayoría de los nuestros, es darle de lado a la realidad, hacerse el loco.

3.- El cuadro que pinta la materialidad de nuestro país es para interesarse, intervenir, ocuparse y nunca hacerse el distraído.

4.- La mujer y el hombre sensibles, preocupados por lo que ocurre a su alrededor, en ningún momento deben portarse apáticos, indiferentes. Lo correcto es estar apasionados, preparados para encenderse.

5.- En el medio dominicano no cuadra la posición de la persona inclinada a la contemplación y a la meditación. Aquí no debe haber espacio para el inactivo, el soñador.

Impacto de la pobreza y la desigualdad en la sociedad dominicana

6.- Las condiciones de pobreza que lesionan a gran parte de los nuestros son para causar o motivar indignación, accionar y luchar.

7.- En el ambiente dominicano conviene que muchos conciudadanos se sometan a un examen de conciencia para determinar si están procediendo como mandan las circunstancias en lo que se refiere al compromiso social y cívico.

8.- Con todo pesar hay que escribir diciendo que aquí existe una gran cantidad de conciudadanos que con facilidad se adhieren a todo lo que es de su conveniencia, sin pensar en los demás.

9.- El sistema está generando al individuo acomodaticio, a ese que se adapta a como es de interés para los grupos de poder en cada ocasión.

10.- El ordenamiento económico presente aquí es el que nos ha traído al camaleón, chaquetero y oportunista.

11.- El estado de descomposición, la degradación de la sociedad dominicana, requiere de mujeres y hombres que no estén contaminados por las taras que nos dañan como comunidad humana.

12.- Un amplio sector de nuestros connacionales, al parecer, ha decidido aceptar vivir en el actual orden con sus manchas, aunque por ellas resulten deshonrados y ensuciados.

13.- Permanecer, quedarse viviendo en la República Dominicana de hoy, impone involucrarse con la lucha social a los fines de humanizar y adecentar la vida pública.

14.- Aquella persona que se limita a contemplar el drama dominicano, sin hacer nada para cambiarlo, es cómplice de todas las injusticias que padece la mayoría del pueblo dominicano.

    15.- Para alcanzar un nuevo régimen económico, hay que influir o incitar, empujar a los oprimidos para que rompan el dominio que mantienen los opresores causantes de los males que nos dañan como país.

    16.- La quietud de las masas solamente favorece a las clases dominantes. La fuerza de los de abajo descansa en su accionar con el objetivo de hacerse los dueños del poder del Estado.