La crítica al gobierno dominicano se centra en la falta de rechazo a la agresión contra Venezuela.
Santo Domingo.– Introducción
1.- Lo escribo y lo creo porque me lo dijo la que me parió, mi madre, María Idalia Veras.
2.- La vieja mía, sin ninguna clase de titubeo, me contó que me alumbró el día 25 de diciembre de 1938.
3.- El ambiente donde pasé los primeros años de mi existencia fue sumamente difícil en lo material y espiritual.
4.- La falta de lo indispensable para la especie humana caracterizó el modo de vida de todo el círculo familiar en los orígenes de mi llegada al mundo terrenal.
5.- El acceso a los estudios me permitió adquirir los conocimientos y entender que la pobreza bajo la cual nací respondía a la ubicación clasista de mis padres en el ordenamiento de la época.
6.- Estar ligado a la lucha política y social nacional e internacional desde la pubertad me ha creado alegría y sinsabores, los cuales he aceptado como formando parte de la misma brega liberadora.
7.- Ejercer la profesión de abogado me permitió materializar mis ideas en la defensa de las libertades públicas y los derechos humanos.
8.- Por los años que he vivido y ligar mi existencia con las más variadas actividades me han permitido conocer la parte bonita y la fea del ser humano.
10.- Ocuparme de valorar la parte positiva del hombre y de la mujer me ha posibilitado no anidar rencores. En mi corazón no hay espacio para odiar; el malvado me motiva indignación, no odio.
11.- Lamento comprobar que mi país ha cambiado para mal. El deterioro económico y social está acompañado del agrietamiento ético y moral. La mercancía dinero, como base del sistema imperante, enloquece a los que no creen en el trabajo honrado para el desarrollo social.
12.- Al momento de exponer estas ideas, los sectores guerreristas de los Estados Unidos han traído la guerra a la región del Caribe para hacer labor de rapiña contra Venezuela.
14.- Aunque la salud ya no me acompaña por completo, sigo en la lucha por la vitalidad para continuar haciendo dentro de mis posibilidades lo que me motiva vivir: estar ligado a la brega por el progreso social de mi país y la humanidad entera.
15.- Al llegar a los 87 años de edad, me siento ser un suertudo porque la vida me ha dado mucho más de lo que le pedí.